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jueves, 9 de octubre de 2008

Sociología de la Guerra: Polemología

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Este trabajo, de permanente utilidad para el estudio sociológico y político de las guerras, fué publicado en la Revista de Estudios Políticos del Instituto de Estudios Políticos y Constitucionales del Ministerio de la Presidencia de España. Nos. 176-177, Marzo-Junio, 1971.


http://cepc.es/inicio.asp

POLEMOLOGIA O GUERRA

Emilio Serrano Villafañe

El profesor Gastón Bouthoul, de la Escuela de Altos Estudios Sociales, vicepresidente del Instituto Internacional de Sociología, publica la cuarta edición de La Guerre (P. U. F.), cuya obra ha sido traducida al inglés, árabe, japonés, portugués y español, lo que demuestra la aceptación que ha tenido.

Y no es extraño si tenemos en cuenta que este libro es todo él un análisis sagudo histórico y psico-sociológico de la guerra que nos parece muy completo.

Polemología, de «polemos» (guerra) y «logos» (tratado) es el término propuesto por el autor ya en 1946 en su libro Cent milhons de tnorts, como ciencia de la guerra en general, estudio de sus formas, de sus causas, de sus efectos y de sus funciones, como fenómeno social.

El autor fundó también en 1945 el Instituto Francés de Polemología, que se dedica a investigaciones científicas sobre la guerra y la paz y publica una revista, «Guerres et Paix», editada por P. U. F.

Ciertamente la consideración de la guerra como el hecho constantemente repetido y tan antiguo como el hombre, especie de «epidemia social», el«mayor mal» que,en crítica dura de nuestro Luis Vives, nos asemeja a las bestias(«bellum de belluis», dice), es el más espectacular y trágico de los fenómenossociales que marca históricamente los límites de los grandes acontecimientos: por la guerra han perecido casi todas las civilizaciones conocidas, y por la guerra han aparecido casi todas las civilizaciones nuevas; las guerras establecen y sancionan el primado, por más o menos tiempo, de un tipo de sociedad al frente de la humanidad; la guerra es el principal de los factores de esta imitación colectiva que juega tan importante papel en las transformaciones sociales; la forma más enérgica y más eficaz del contacto de las civilizaciones que rompe la fuerza del aislamiento psicológico; la más destacada de todas las formas de paso de la vida social, "une forme de passage acceleréen".

Bien merecen tan importantes aspectos de la guerra un estudio científico de la misma, un conocimiento objetivo del «fenómeno guerra».

Por esta razón, el profesor Bouthoul había propugnado ya con anterioridad a este libro un «estudio científico del fenómeno guerra» considerado comoun fenómeno social, para distinguirlo de la ciencia militar de la guerra (tal como se enseña en las escuelas y academias militares).

Esta verdadera ciencia de las guerras es la Polemología.

Cierto que se están multiplicando en los últimos años los libros, estudios, artículos y publicaciones sociológicas sobre la guerra, pero casi siempre limitados al estudio de una guerra determinada y con enfoques unilaterales y parciales de la misma.

Pero, ¿por qué —se pregunta el autor— el «fenómeno social más importante» no ha suscitado investigaciones para estudiar objetivamente sus características y sus aspectos funcionales, como se ven aparecer constantemente investigaciones sobre las enfermedades, siendo así que la guerra ha causado ella sola más victimas que todas las enfermedades juntas? ¿Será acaso por la evidencia de las guerras yporque hayan creído que son inevitables? ¿O, por el contrario, porque pareciendo que las guerras dependen de nuestra voluntad, tienen un principio y fin en un momento preciso con toda serie de formalidades diplomáticas, deliberaciones y discusiones sobre las que poco tendría que decir un riguroso estudio científico?

Es precisamente esta creencia en el carácter voluntario de las guerras el principal obstáculo a su estudio científico; el «ilusionismojurídico» de la astucia o del duelo individuales, los proyectos, pactos, leyes y Tribunales internacionales, los Reglamentos y Códigos, los proyectos de arbitraje, etc., no parecen otra cosa que reproducción del Derecho privado o del Derecho feudal con su concepción del arbitraje en las querellas entre particulares.

Ahora, como en la Antigüedad o en la Edad Media, la guerra, en las relaciones entre las naciones, continúa siendo el fundamento del Derecho internacional y, a la vez, el criterio y la justificación de la independencia de los pueblos; se oscila entre el «ilusionismo jurídico» y el «pacifismo retórico» para volver al viejo adagio romano: «Si vis pacem, para bellum».

Y, ¿por quéde una vez —nos preguntamos nosotros— no sustituirlo por este otro mucho más lógico y evidentemente mucho más justo y pacífico: «Si vis pacem, para pacem»?

Pero para poder pensar seriamente en llegar a un pacifismo científico (que no ha de confundirse con «pacifismo integral» a toda costa), es preciso llegar al conocimiento objetivo del «fenómeno-guerra».

Es el estudiode la polemología el que permite situar los problemas de la guerra y de lapaz sobre un nuevo terreno, como un derivativo intelectual y una posición que permita «desacralizar la guerra y despolitizar la paz».

Esta es la preocupación científica del autor, de la cual la terapéutica no será sino una consecuencia. Pero, como toda ciencia, esto supone conocer qué es la guerra, su naturaleza, funciones, cuáles son los papeles tan importantes han jugado, y juegan, las guerras; en otros términos, conocer el mal antes de encontrar los remedios.

Para este estudio científico de la guerra, analiza, delimita y define el autor el fenómeno de la guerra y presenta sus múltiples aspectos económicos, demográficos, etnológicos y psicológicos, para terminar con la exposición de las causas a que se atribuye la guerra.

Pero antes dedica un capítulo a la «historia de la idea de la guerra», señalando brevemente «las principales teorías que han sido sostenidas a propósito de las guerras» y los principales juicios emitidos sobre ellas desde que los hombres luchan entre sí.

Las mitologías de las civilizaciones históricas nos revelan como datos comunes : el lugar y trascendencia que ha tenido la guerra y el carácter altamente loable de la actividad guerrera que los dioses practican y protegen(el Panteón germánico; la India brahamánica con sus libros sagrados —que son relatos de combates entre los dioses, genios y gigantes—, las leyendas y poemas épicos como el Ramayana consagrados a los fastos mitológicos y descripciones de batallas; la mitología griega mostrándonos a Zeus y los dioses combatiendo á los Titanes).

Los sacrificios a los dioses antes y después de las batallas (en los asirios, los egipcios, los aztecas), conjugadas con los ritos funerarios anticipados y propiciatorios o su apoteosis posterior (recordemoslos banquetes funerarios de los pilotos de aviones suicidas Kami-Kaze) japoneses, en la última guerra, o los haraAúri después de una batalla perdida.

Las doctrinas teológicas de las guerras en el Antiguo Testamento (en el que aparecen distintos enjuiciamientos de la guerra); en El Corán que propugna la propagación del Islam por las armas como un deber religioso, un ideal, una orden divina contra los no creyentes, premiando con el famoso paraíso de Mahoma reservado a los guerreros muertos en combate.

La teología cristiana que, según el autor, ha sido fluctuante: desde el repudio categóricode la violencia en los primeros padres de la Iglesia (precedente de modernos pacifismos)(le dogme de la non violence repris par Tolstoi et Ghandi, estessentiallement une invention chrétienne), pasando por las Cruzadas —«que pusieron a prueba la habilidad dialéctica de los teólogos»—, hasta la doctrina de guerra justa de Santo Tomás con sus conocidas condiciones (autoridad del que la declara causa justa y recta intención), seguida por nuestros grandes teólogos-juristas Molina y Suárez (a quienes no cita el autor).

Las doctrinas filosóficas sobre la guerra, con la única excepción —según el autor— de la filosofía china, los filósofos griegos consideran la guerra, en general, como parte del orden cósmico-humano providencial («la guerra esla madre de todas las cosas» —dice Heráclito, y Platón y Aristóteles admiten su legitimidad como necesaria para el bien de la «polis»—).

Entre los modernos, Kant en su Proyecto de una Paz Perpetua, después de definir algunos principios, concluyen que «la Paz Perpetua es impracticable, pero que puede ser indefinidamente intentada».

Hegel es considerado como un apologista de la guerra, que es un momento «civilizador» en el que el Estado realiza su más alta conciencia; es un mal necesario que tendrá fin con la realización del «Espíritu absoluto».

Para De Maistre «la guerra es divina en sí misma porque es una ley del mundo»; es una de las «grandes empresas» por las que el alma humana sale de la molicie y de la incredulidad.

La doctrina de Nietzsche es una exaltación de la lucha y de la guerra «que santifica toda causa» y «excelente escuela» de virtudes. Otros filósofos, por el contrario, critican a los apologistas de la guerra, presentando ésta como una «regresión» y una aventura absurda, esforzándose (...) en «desacralizar» la guerra contra la que arremete exaltadamente Voltaire.

Las doctrinas morales y jurídicas presentan reglas vagas o precisas sobre la guerra y a las que ésta debe someterse en su declaración y ejecución, dependiendo de esta observancia la moralidad y justicia de las guerras y de los tratados que la siguen, apareciendo, con una u otra terminología, los conceptos de guerras ofensivas o defensivas, guerras de agresión, necesarias o voluntarias.

Destacan a este respecto los principios del Derecho bíblico de guerra contenidos en el Deuteronomio (XX, 10; XX, 14, y XXII) relativos a evitar la guerra, a la moderación y justicia de su realización, y a las condiciones de paz.

En la Edad Media «gracias a la acción paciente y tenaz de la Iglesia», el Derecho de gentes, los principios del cristianismo, las instituciones (por ejemplo la Tregua de Dios), van elaborando reglamentaciones que tienden a evitar y limitar las guerras o a hacer éstas menos peligrosas.

Para Maquiavelo «toda guerra es justa porque es necesaria como medio para defender la patria» {«ya sea con ignominia o sea con gloria, todos los medios son buenos» porque lo es el fin «que los justifica»).

Después de Maquiavelo —dice Bouthoul— hasta fines del siglo XIX, «no hay apenas teorías positivas sobre la guerra fuera de las doctrinas de los teólogos o de los juristas».

Clausewitz, analista de laguerra, de sus fines, medios y aspectos, justifica la guerra con argumentos de razón: el Ejército es un instrumento de la política, y «las guerras no son sino la expresión o manifestación de la política»; es la política la que decide las guerras, y si la política de un Estado es procurar la propia subsistencia y bien de la sociedad, y aquí la importancia del Ejército como base de la vida social porque es al Ejército a quien el Estado encomienda la defensa de aquellos fines, y de aquí la importancia de la guerra (que es guerra total de la nación): «Victoria es sinónimo de anonadamiento».

Las teorías sociológicas tienen como principio común el reconocimiento dela guerra como un «fenómeno normal» de la vida de los pueblos.

Dentro de las teorías sociológicas de la guerra distingue el autor las llamas optimistas que consideran las guerras como el producto de una estructura social que es de esperar que un día será superada; y las pesimistas que ven en las guerras un fenómeno eterno que, por otra parte, es, a veces, benéfico.

Entre las doctrinas «optimistas» de la guerra, señala el autor a Saint-Simón (según el cual«1 estado de guerra o de paz depende de la industria, y será el régimen industrial el que por evolución histórica sustituya el régimen militar), y su colaborador Augusto Comte que, tras distinguir entre «estado militar» y «estado industrial», afirma que el fin de la actividad humana es la «conquista» o la «pro-ducción»; para él también la evolución de la guerra pasa por la «Loi des troisétats»: la guerra por sí misma y por necesidad; la guerra subordinada al industrialismo naciente, y la industrialización que, en fin de cuentas, va asuprimir la guerra.


De cómo Saint-Simón y Comte y sus predicciones han sido, y son, desmentidas por la ironía de los hechos, habla bien claro la implicación recíproca, cada vez más creciente, entre la industria y el militarismo y la guerra, si tenemos en cuenta que la guerra ha contribuido grandemente al desarrollo dela industria, y ésta, por su parte, es la gran reserva e imprescindible servidora del militarismo.

Si la «lucha de clases» marxista no es sino una «guerra eterna de los pobres contra los ricos» (de los «explotados» contra los «explotadores», que tienen por origen los antagonismos económicos), una segunda posición del marxismo, respecto a las guerras, es, según Bouthoul, «la adopción de la tesis maquiavélica de la guerra diversión combinada con la noción volteriana de mistificación».

Entre las doctrinas pesimistas están los apologistas de la güera que predicen con satisfacción, que las guerras no sólo no desaparecerán sino que no deben ni pueden desaparecer, puesto que ellas son un instrumento de lucha(desde la biológica darwiniana por la vida y eliminación de los inadaptados)individual y colectivo, en la que se forjan las grandes virtudes (Steinmetz,Ysoulet, Nietzsche, Sorel, Gumplowicz).

Delimitar y definir el «fenómeno-guerra» supondría un conocimiento perfecto de este fenómeno. A este conocimiento científico ayuda grandemente la consideración de los caracteres de la guerra. Integrar la guerra en el conjunto de fenómenos de oposición y de lucha considerándola como un caso particular de la lucha universal, es un confusionismo ya que hay entre la guerra y las otras formas de lucha diferencias esenciales; el «obstáculo» en estas últimas podrían ser las cosas inertes o adversarias inconscientes, mientras que la guerra supone siempre un enemigo activo y organizado implicando reciprocidad de acción voluntaria.

El rasgo más característico de la guerra es su carácter de 'fenómeno colectivo».

Se distingue la guerra de la lucha universal y de los crímenes individuales por otros rasgos muy importantes: «Un elemento subjetivo, la intención, y un elemento político, la organización», ya que la guerra está al servicio de intereses de un grupo político, mientras quela violencia individual sirve a intereses privados.

La guerra tiene, sobre todo un carácter jurídico, esto es, está regida por reglas más o menos precisas, por un Derecho formal o consuetudinario.

Precisamente, en atención a este carácter jurídico ha sido definida la guerra como «la condición legal que permite a dos o más grupos hostiles emprender un conflicto armado» (M. Quincy Wright); y considerando sus intenciones, Clausewitz dice que la guerra es «un acto de violencia cuyo fin es forzar al adversario a ejecutar nuestra voluntad» ; «lucha entre hombres» (Masters); «lucha entre Estados independientes» (Bluntschli, Pradier, etc.); «el combate llevado por un grupo' determinado de hombres, tribus, naciones, pueblos o Estado contra un grupo parecido o semejante» (Bogulslanski); «el estado de lucha violenta entre dos o más grupos de seres pertenecientes a la misma especie, de leur désir o por su voluntad» {Langorgette); «un conflicto simultáneo de fuerzas armadas, de sentimientos populares, de dogmas jurídicos, de culturas racionales» (M. QuincyWright).

Después de estas definiciones, el autor propone la suya: «La guerreest une lutte armée et sanglante entre groupements organisés» (Les guerres,página 36, y La guerre, pág. 33).

Los caracteres económicos de las guerras tienen evidentes manifestaciones en las causas y consecuencias económicas de las guerras, las guerras y las coyunturas económicas, empezando por la necesidad de una acumulación de capital para personal militar, armamentos y víveres, que hace decir al autor que la guerra se presenta como una actividad de lujo.

Y, ciertamente, únicamente los pueblos económicamente fuertes pueden permitirse el «lujo» de preparar y hacer una guerra; y los que hacen las guerras sin tener ese potencial económico bien sabemos cuánto hipotecan, a veces, por las «ayudas» que reciben de sus suministradores.

Es indudable que el «consumo acelerado» de riquezas (comprendiendo aquí las destrucciones, que no son otra cosa que una forma particular de consumo) que supone toda guerra, provoca desplazamientos de riquezas, produce modificaciones en las estructuras económicas, modifica las inversiones, favorece el desarrollo de ciertas industrias o de ciertas formas de producción; las cargas que resultan de las pensiones, tributos, indemnizaciones, etc., repercute grandemente en la economía nacional; las cláusulas económicas de los tratados de paz modifican ei comercio exterior.

En una palabra, las consecuencías de las guerras pueden modificar profundamente la vida y la estructura económica de las naciones.

Por esto, teorías muy importantes consideran quelos factores económicos son la causa primordial de todas las guerras.


Pero el término «económico», su extensión y uso pueden llevar a confusiones, por lo que el autor hace algunas precisiones. Es innegable —dice— que todas las guerras tienen efectos económicos, pero éstos son posteriores a las guerras(su causa).

Para afirmar que los hechos económicos son el origen de las guerras sería preciso poder decir que la causa, o al menos el móvil del conflicto es exclusivamente de orden económico, que ha sido el único elemento inicial y determinante a la vez del conflicto.

Y no todas las guerras responden a esas «motivaciones» económicas; si se profundiza en la motivación de las guerras, «la mayor parte de las guerras económicas acaban por devenir guerras psicológicas».

El afán de poder es más grande que el de la riqueza, pero también es cierto que quien detenta el poder lo puede extender, de alguna forma, hasta la riqueza de los demás.

Cualesquiera que sean las formas de desequilibrio económico susceptibles de incitar a la violencia y provocar una guerra, pueden reducirse, según el autor, a dos: penuria o superabundancia, y aun cuando una y otra de estas formas sean también «efectos» de las guerras, no cabe duda que, a veces, las han provocado, o para satisfacer esas necesidades primarias mínimas vitales de algunas colectividades, o para buscar salida y mercados a un exceso de producción de alguna nación.

No puede por ello afirmarse que las crisis económicas postulen siempre la guerra como lo demuestra el hecho de que las crisis sorprendentes {por la novedad, desconocimiento de su naturaleza y remedios), de la primera mitad del siglo XIX —«uno de los períodos más pacíficos de lahistoria europea»— no provocara la guerra.

Los efectos demográficos de las guerras son los más evidentes e inmediatos. No hay guerra sin homicidios; la guerra es l'homicide coüectif organisé, finalisé, y las muertes humanas en las guerras modernas, con sus insospechados medios de destrucción, se cuentan, desgraciadamente, por millones, siendo las víctimas mucho más numerosas y variadas que entre los vencidos.

La guerra es la más eficiente de las «instituciones destructoras voluntarias». Las guerras producen un déficit demográfico, es el índice cierto de una función de destrucción o, como dice Bouthoul, de «consumación acelerada».

Como si la guerra tuviese una función social recurrente caracterizada por la acumulación en una sociedad de un capital humano del que una parte, en unmomento dado, es brutalmente eliminada, el autor propone llamar estructura explosiva la estructura demoeconómica de un grupo dado en el que «un gran excedente», una «plétora de hombres jóvenes superan las tareas indispensables «de la economía»; esta situación predispone a la impulsión belicosa y tiende a liquidarse en una expansión brusca, de carácter espasmódico y gregario, cuyos dos tipos clásicos son la «emigración en grupo» y la «expedición guerrera».

Por eso la guerra no parece ser un hecho primitivo, sino más bien un «epifenómeno y como la manifestación febril de desequilibrios sociales, principalmente demográficos».

Esto es lo que constituye una de las reacciones características de la psicología social que el autor llama «impulsión belicosa colectiva» como repercusión psicológica de las variaciones de la estructura demográfica.

Pero no es la guerra la única institución destructora (aunque sí la más eficiente) de la Humanidad.

Capítulo muy interesante de la Polemología lo constituye el estudio de los caracteres etnológicos de la guerra.

En el fenómeno social, guerra, como en la vida de todos los grupos, juega un papel primordial la «fiesta» que presenta un grupo de caracteres, ninguno de los cuales deja de encontrarse en la guerra. La fiesta es una «reunión material» de miembros del grupo; es un «rito de gasto o de dispendio» de «destrucción ostentatoria»; se acompaña amenudo de la «subversión de ciertas reglas morales, cuyos tabús son dispensados»; es un rito de exaltación colectiva {que se acompañaba, en las civilizaciones arcaicas, de sacrificios); la fiesta, en fin, provoca una cierta insensibilización física e insensibilización moral.

Pues bien, se puede decir que «laguerra es la fiesta suprema, la gran orgía sagrada en el sentido sociológico de la palabra», es la subversión misma, de la que las otras formas de fiesta no son sino pálidas imitaciones. Es indudable el carácter estético de la guerra (el colorido de los uniformes, la vistosidad de los combates, el espectáculo —trágico pero no menos estético— del empleo combinado de las armas); el carácter destruyente, verdadera «fuente de emociones» que rompe totalmente con la monotonía de la vida; el carácter sagrado y la trasmutación de valores que borra los límites de las prohibiciones contra las personas y sus bienes que son destruidos u ofrecidos como «ritos de guerra o sacrificios».

Toda la conducta y el comportamiento humanos son el resultado de unas motivaciones psicológicas, de unos «impulsos» que ponen en «movimiento» el ser psicológico y que hacen que «se comporten» de una u otra forma.

La guerra —ya lo hemos dicho— es un impulso belicoso y agresivo. Por eso el conocimiento de los rasgos psicológicos de la guerra son de gran importancia para un estudio científico de las guerras —y esto es la Polemología—. A este estudio dedica el profesor Bouthoul un capítulo del libro en el que comprende las impulsiones y agresividad belicosos, los comportamientos de los combatientes, los combatientes y la jerarquía social, el comportamiento de los dírigentes, las consecuencias psicológicas de las guerras y las formas del pacifismo(que también éste es un comportamiento psicológico).

Acerca de las circunstancias en las que nace entre los dirigentes y los pueblos el deseo o impulso de la guerra, un estudio psicológico no puede menos de tener en cuenta las relaciones estrechas que existen entre la agresividad y la frustración, y ésta surge cuando un obstáculo cualquiera nos impide satisfacer un deseo o alcanzar un fin; y la irritación provocada por la frustración, que se traduce en agresividad, no se dirige siempre al autor de la frustración (son curiosos los ejemplos a este respecto tanto en los animales como en los hombres frustrados).

La frustración económica, como la frustración política, provocan y aumentan la agresividad en las clases económicas, en los dirigentes, la Administración o el partido en el poder, o, por el contrario, la agresividad de las clases o partidos en la oposición, que buscan en la violencia o resolución remedio a sus frustraciones.

Son fenómenos de psicología social que responden a las reacciones individuales en su comportamiento.

Cierto también que las reacciones a la frustración pueden revestir a veces una forma «depresiva» (la resignación reemplaza a la agresividad).

Y aun cuando las multitudes son más bien pasivas, sumisas y conformistas, también es verdad que son fácilmente sugestionables (y bien saben y se aprovechan de esto los agitadores políticos) y, que su agresividad reviste un comportamiento (pillaje,linchamientos, enfurecidas, incendiarias, etc.) que rebasa la conducta que seguiría cada uno de los que la componen (de las destrucciones y masacres cometidas por las muchedumbres no serían capaces cada uno de éstos).

La intensidad y duración caracterizan las impulsiones belicosas colectivas, y son tantos los motivos o causas ocasionales que alientan su agresividad y hacen de ésta una «auto-mistificación» que hace pensar a los psicólogos si esta agresividad no tendrá un fundamento infraestructural más sólido y constante, buscando en los «complejos» del método del psicoanálisis (complejo de «fracaso» o revés, de culpabilidad física o metafísica —que conduce a personalizar los contratiempos y las desgracias—, sentimiento de inferioridad, sentimientode inseguridad, etc.), la explicación de los comportamientos agresivos (de los agresores y de los atacados).

Las actitudes guerreras (comportamiento heroico ante el peligro, tendencias románticas de exaltación de valores, el sentimiento del honor, el coraje, la fidelidad y amistad entre los combatientes, la lealtad a una causa y a los jefes, que son otras tantas virtudes éticas de la guerra, que, junto con otros sentimientos no tan nobles —que también despiertan la guerra—, constituyen (las causas y efectos a la vez), comportamiento agresivo,individual y colectivo.

De gran interés para la Polemología es el análisis de los comportamientos psicológicos que siguen inmediatamente a la paz. Esto es, las consecuencias psicológicas de las guerras. Si toda guerra es una calamidad nacional o internacional y afecta a todos, sin embargo, al final de toda guerra hay vencedores y vencidos, aun cuando hay grados en la derrota como en la victoria,(sumisión total, capitulación, aceptación de algunas desventajas, etc.).

En todo caso, las primeras consecuencias de la guerra ha sido un gran derroche y desgaste de energías, de bienes, de hombres. Por eso su final acabamiento produce, como primer resultado psicológico, el «fin de la agresividad de los individuos -dirigentes o combatientes—» que, indudablemente, produce una intensa sensación de euforia para vencedores y vencidos y para los propios pueblos interesados que esperan una normal reanudación de su vida. Pero, almismo tiempo, a esta euforia súbita, van siguiendo grandes preocupaciones para rehacer tanto como la guerra ha destruido y la esperanza —que no es una actitud arbitraria— de que cada guerra importante termine una época e inicie una nueva que, desde el punto de vista psicológico, presenta una serie de complejos {inferioridad de los vencidos, sanciones, transformación de instituciones y de mentalidades, mutaciones sociológicas, etc.) que, a su vez, van provocando poco a poco resentimientos y reacciones, en vencidos y vencedores, que, donde ha (parecido) que el ciclo estaba cerrado, las impulsiones belicosas están prontas de nuevo a manifestarse.

Porque forma parte de los comportamientos psicológicos del «fenómeno-guerra», dedica el autor en el capítulo una breve consideración a las formas de pacifismo, entendido, claro es, como lo contrario a la impulsión belicosa y que, por eso, es una reacción psicológica directa que afecta a la opinión sin pasar previamente, como los juicios teológicos o filosóficos, por razonamientos complicados; es, más bien, la expresión de una actitud, de un deseo.

Pero como el pacifismo se puede considerar como «la manera de cómo se reivindica la paz, y esto depende estrechamente de la conmoción dominante sobre la significación de la guerra», de aquí que las actitudes y doctrinas pacifistas se puedan dividir según que sus promotores consideren la guerra como «unacosa sagrada», o bien, despojándola de este carácter, la entienden como «unacosa profana», condenable y despreciable.

Dentro del pacifismo sagrado están, para el autor, el "pacifismo bíblico" (que consiste en velar porque no se denlas causas que provocan la sanción divina sobre la comunidad), el «pacifismo romano» {pacifismo de vencedores que cargan sobre los vencidos toda responsabilidad, estableciendo el «ius» entre los pueblos ya que desobedecer al pueblo romano es a la vez un crimen de lesa majestad y una impiedad), y el«pacifismo fatalista» (que se resume en una actitud de no-resistencia, porque la guerra es el inevitable instrumento del destino y no cabe sino inclinarse,ante el vencedor elegido de los dioses). En el pacifismo no sagrado, están el«pacifismo evangélico» (para el que la guerra es puramente humana) al que se pueden asimilar las doctrinas históricas de la no-violencia y el «pacifismo doliente» (que apela a los hombres presentándoles las crueldades, destrucciones y sufrimientos de todo orden que llevan en sí las guerras); el pacifismo «moderado» que tiende a moralizar la guerra más que a condenarla (este pacifismo es defendido por todos los autores de Derecho internacional); el «pacifismo belicoso» (que exhorta a los pueblos a hacer la guerra para poner fin a ella, «guerra a la guerra»); el «pacifismo irreverente» o irrespetuoso (quese esfuerza en desacralizar la guerra y ridiculizar los usos militares, el nacionalismo agresivo y la literatura sobre la guerra).

Un estudio científico sobre la guerra no puede menos de abordar el problema de las «causas» atribuidas a la guerra y «planes de paz».

Porque todo conocimiento científico es «conocimiento por las causas», la Polemología busca las causas de la guerra en sus distintos aspectos y los planes de paz que puedan ser su remedio.

Pero es un hecho desgraciadamente innegable la correlación guerra-paz, o paz y guerra, ya que si a las guerras han sucedido tratados de paz, pronto, nuevamente, a éstos suceden las guerras.

Es preciso, por ello, asegurar la paz sobre bases más estables que las de los tratados particulares y superar el círculo vicioso de que la violencia engendra la violencia perpetuamente; hay que tratar de «reemplazar los contratos o tratados por un estatuto o una ley internacional que permita evitar el recurso a la fuerza».

Para ello es preciso conocer los hechos que perturban la paz para dictar lasleyes apropiadas para descartarlos. Por eso «todos los planes de paz que nos han sido propuestos en el curso de los siglos están fundados, implícita o explícitamente, sobre una teoría casual de la guerra».

Pero como cada épocatiene sus motivos de guerra favoritos que preocupan a los contemporáneosy favorecen sus reflexiones, ios autores de planes de paz constatan que tal guerra ha tenido tal causa determinada que es generadora de todos los conflictos armados, por lo que proponen tal o cual medida que pueda abolirlos o centralizarlos y, por consiguiente, asegurar la paz definitiva.

Al tratar de delimitar y definir la guerra, ésta aparece como un fenómeno social muy complejo que presenta marcados caracteres económicos, demográficos, etnológicos, psicológicos y políticos que no pueden considerarse aislados ni cada uno de ellos, como causa productora exclusiva de la guerra.

Ni la economía liberal (acusada de ser la causa principal de la guerra) ni el capitalismo es más belicoso que otros sistemas.

¿Acaso quienes pronostican y propugnan su desaparición nos asegurarían (nos están asegurando ya) la paz universal?

La experiencia nos demuestra que los Estados socialistas no son menos sensibles a la gloria militar, y sus presupuestos militares nos dicen bien claro cuáles son sus intenciones «pacifistas».

La voluntad de poder y los impulsos belicosos parecen, pues, bien independientes de los sistemas económicos ya que en todas las estructuras nos encontramos Ejércitos y guerras.

Por eso ningún economista, historiador u hombre político ha podido precisar a qué grado de antagonismo económico debe necesariamente estallar la guerra.

Es más, parece que son los factores económicos los que están al servicio de las impulsiones belicosas; que es la economía siempre uno de los instrumentos de !a guerra,pero no que la guerra sea siempre instrumento de la economía.

Por lo que se refiere a los planes políticos de paz, éstos dependerán, en gran parte, de la función política de las guerras y lo que éstas afectan a las creencias, ideologías y técnicas.

Pero no siempre las transformaciones políticas que lleven consigo las guerras suponen, necesariamente, un progreso.

Segúnla «teoría causal» que es la base de estos «planes», la guerra es la consecuencia directa de la soberanía de los Estados; un Estado único y un único Soberano haría reinar la justicia y la paz sobre el mundo, eliminándose así la «inseguridad» y temor a los agresores eventuales.

Pero la Historia demuestra cómofueron relativamente breves los períodos de paz que siguieron a la constitución de grandes Imperios (el Imperio chino o el Imperio romano) y pronto las luchas o facciones, las querellas internas y las rivalidades entre los Ejércitos y sus jefes, hacen surgir las «guerras civiles» cuya importancia y crueldad es aún mayor que en las guerras internacionales.

Tampoco las experiencias de Super-Estados son más convincentes y eficaces en cuanto a la posibilidad de suprimir las guerras.

Los planes de «equilibrio entre los Estados», que tienenen cuenta el factor fuerza, parten del punto de vista de que la paz podrá sersubsanada por el «contrapeso» y «oposición» que se neutralizan unos a otros.

La paz sería así el resultado de una participación del mundo entre Estados de fuerza equivalente, en «zonas de influencia» mantenidos por el juego deacuerdos, alianzas y condiciones, que alejarían las tentaciones belicosas.

Pero también esta doctrina del equilibrio (que es, en definitiva, una concepción ofensiva y de mutua amenaza) se convierte fácilmente en fuente inagotable deguerras.

Los planes de paz fundados sobre los regímenes políticos responden a la creencia equivocada, de sus sustentadores, de que los regímenes políticos internos de los Estados son causas de guerra, o que tal o cual régimen políticoes esencialmente belicoso o pacifista, o también que la diversidad o identidadde creencias religiosas predispone necesariamente a los pueblos.

La experiencia de las guerras en todos dos regímenes políticos y entre los que profesan idénticas creencias religiosas, desmienten esas teorías. Lo mismo cabe decir del «principio de nacionalidades» que si parece debía conducir a la Humanidada una era idílica, se ha revelado tan fecundo en discordia como el principio dinástico. De los «planes jurídicos» desde la Edad Media a nuestros días y de las Federaciones, Congresos, Alianzas, Convenciones, Tribunales, Organismos Internacionales, Sociedad de Naciones, Carta de la O. N. U., Pactos, etc., destaquemos, al menos, su intención de evitar las guerras y sus plausibles «declaraciones» y postulados de que la guerra es el medio empleado por los Estados para imponer su voluntad, que este medio es brutal y debe declararse ilícito o reglamentarse rigurosamente.

Pero «la verdad es que la guerra —lamenta el autor— no es nuestro instrumento, somos nosotros los instrumentosde la guerra, se sirve de nosotros y se hace a través nuestro»; es como una epidemia psíquica, un delirio colectivo, la guerra «no es un medio, es un fin en sí, une fin qui se déguise en moyen».

Querer reglamentar o prohibir la guerra por medios jurídicos «parece tan vano como castigar por una ley elhecho de contraer la peste o la fiebre tifoidea».

El papel práctico esencial de la sociología —dice Bouthoul— debe ser "permitir al hombre dominar las impulsiones sociales, apartar y canalizar las fuerzas ciegas de la fatalidad".

Más aún, es preciso conocerlas. Es preciso desarraigar los impulsos bélicos del pensamiento de los hombres por la educación; vieja y nueva doctrina ésta donde el pacifismo estoico, desde la paz en San Agustín y Luis Vives hasta la auténtica doctrina pacifista propugnada por los últimos Pontífices y el Concilio Vaticano II.

Pero la propaganda de los «pacifismos» de nuestros días (cuando tantas de sus formas y manifestaciones nada tienen de pacíficas) lo mismo que los «planes de paz» no tienden sino a eliminar los motivos de guerra, por otra parte ya desacralizados o pasados de moda.

Los «planes demográficos» se basan en la restricción o limitación de la fecundidad natural, que ha revestido diversas formas a través de la Historia y que «cualquiera que sea la interpretación que se le dé, el hecho permanece y su persistencia y su generalidad deben hacernos reflexionar».

Sin embargo,la tesis de Malthus de que la guerra, como los hombres y las epidemias, es un modo de reequilibrio entre población y subsistencia, después de la explotación de América y de otros territorios ricos, pero todavía desiertos, que ha proporcionado a Europa una gran abundancia, «ha sido desmentida por los hechos». Pero no cabe duda que el factor demográfico ha jugado un gran papel porque «la superabundancia que precede a la guerra debe contar a la vez un surplus de produits et un surplus d'hommes disponibles».

Actualmente,,los dos países que se muestran más aptos para precipitar al mundo en una catástrofe guerrera, Rusia y los Estados Unidos, son precisamente los que cuentan a la vez las mayores reservas naturales y el mayor excedente real de hombres jóvenes. «Estructura explosiva llena de amenazas», dice Bouthoul para quien «más o menos tarde, en nuestras civilizaciones saturadas de hombres, se planteará la cuestión del desarme demográfico, no solamente de la «reglamentación numérica», sino también «los progresos de la biología y de la genética para la proporcionalización de grupos, edades y sexos».

Es más, añade el autor, «la declaración de Derechos del hombre de la O. N. U. ha olvidado un punto esencial: en una civilización mundialmente ordenada, sea socialista o liberal, se puede conceder al hombre todos los derechos que se quiera hormis celui de procréer inconsidérément». Porque «compromete el equilibrio económico y la seguridad del conjunto».

Son éstas, a nuestro juicio,palabras poco medidas por el autor, ya que el «derecho de procrear» no es de los que pueda «conceder» o no una Asamblea ni una civilización socialista o liberal, sino que es concedido por la naturaleza y siguiendo las «tendencias naturales» para la perpetuación de la especie; y «procrear inconsiderablemente» no es frase más feliz tampoco a no ser que con ello quiera justificarse el empleo de todos los medios para evitarlo y esto, a la verdad, no lo dice,al menos expresamente, el autor.

Entendemos que ha sido debidamente abordado el problema en estos últimos años en celebrados y discutidos documentos pontificios, y es posible que en sucesivas ediciones de La Guerre, su autor, el profesor Bouthoul, no dejará de mencionar la encíclica Humanae Vitae, muy documentada y de gran autoridad a este respecto.

De entre todos los «planes de paz» parece, evidentemente, el primero y más eficaz, «el plan de desarme», porque las guerras se hacen siempre con armas.

Suprimir todas las armas, prohibir el empleo de ciertas armas, o suprimir los Ejércitos permanentemente, son las modalidades de estos «planes de desarme».

Pero, teniendo en cuenta, precisamente, la influencia cada vez más destructora de las armas modernas y el terror que infunde a la Humanidad su empleo masivo, mantienen otros teóricos de la guerra que «las armas son el medio más eficaz de evitar las guerras».

La experiencia ha desmentido aquí también estas previsiones.

Y la limitación de los efectivos militares o la supresión de los Ejércitos propugnada por las teorías antimilitaristas,tampoco resultaría más eficaz porque «todo hombre es un soldado "eventual"» máxime en las guerras «totales» modernas.

Ni la pretendida creación de un Ejército internacional único al servicio de la Sociedad de Naciones, al que alcanzarían las mismas críticas que a los proyectos de un Estado único (del que hemos hablado anteriormente), porque, formado por hombres, éstos estarían tentados de mil maneras a tomar partido en toda suerte de conflictos siguiendo sus afinidades u opiniones. No la guerra la hacen los hombres «guerreros», y solamente desarraigandode los hombres (dirigentes y dirigidos) sus impulsos belicosos es como pueden evitarse las guerras. Y esto no es problema de «pacifismos integrales» (paz a toda costa), sino de «virtud» y «educación», de hombres «pacíficos», de moral individual, de la que la moral pacifista colectiva sería una lógica consecuencia.

La guerra es un hecho mil veces repetido.

Es un fenómeno social que, como todos los fenómenos sociales, tienen sus causas y motivos a los que obedecen y cuyo conocimiento nos proporciona la Polemología.

En la coyuntura actual parece —termina Bouthoul— que no hay sino la elección entre las dos conductas siguientes: o bien continuar preparándonos a la guerra armándonos más y mejor, o bien ver en la guerra un fenómeno social susceptible de ser estudiado en sus funciones, sus elementos constitutivos y sus causas. Y «susceptibles, por consiguiente, de prevención funcional».

En resumen, o estamos condenados a prepararnos para la guerra o a obrar por la Polemología.


EMILIO SERRANO VILLAFAÑE
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Polemología, una definición

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En esta definición de "polemología" se hace énfasis en el contenido de ciencia política que tiene el análisis de las guerras. Se presenta la definición como si fuese una aplicación de la Ciencia Política, cuando, nos parece, existen sólidos fundamentos para considerarla una aplicación de la Sociología y no de la Ciencia Política. Uno de los argumentos es que la polemología no solamente estudia el problema del poder relacionado con las guerras, sino el todo social, la sociedad en su conjunto y en sus diversas dimensiones. Así fue considerada por su fundador Gastón Bouthoul. Pero la definición y la existencia del Instituto Peruano de Polemología son un avance muy importanta para la evolución de la disciplina.

Véase a continuación la nota en:

http://www.geocities.com/Athens/Cyprus/3580/QUE_POLEMOLOGIA.html

¿QUE ES LA POLEMOLOGIA?
(Polemos: Conflicto Logos: Estudio )

La POLEMOLOGIA es la ciencia que estudia los conflictos que enfrentan a comunidades, etnias o a pueblos y que pueden llegar a desencadenar situaciones de guerra.

Fue un término creado por el politólogo francés Gastón Bouthold en el año 1948.

Aunque el trecho recorrido es aún bastante corto, ya la POLEMOLOGIA alcanzó nivel científico.

Nos enseña a analizar y procesar las teorías que elabora la Ciencia Política a la luz de los acontecimientos y a estudiar los conflictos en toda su dimensión, digamos en sus causas, sus consecuencias, sus áreas de influencia, su rol ideológico, a tiempo que propone alternativas de solución.

Es una ciencia multidisciplinaria, en la medida que se apoya en la economía, la antropología, la cultura y la religión.

El estudio de la POLEMOLOGIA se justifica por varias razones. Entre ellas: por los conocimientos limitados que habitualmente se tienen sobre los problemas nacionales e internacionales; por los fracasos que este desconocimiento provoca en quienes desempeñan tareas de dirección dentro (y) fuera del país; porque ayuda a encontrar soluciones a los problemas de la sociedad y a señalar objetivos.

La enseñanza de la POLEMOLOGIA se hace, principalmente, a base de práctica participativa, de conferencias, de análisis político, de talleres de discusión y de investigación.

En general podemos decir que su campo de acción es el estudio de los conflictos, su forma de enfrentarlos y sus efectos sobre los sistemas políticos.

El objetivo final es la consolidación de la Paz y de la Democracia para lo cual la POLEMOLOGIA nos enseña a meditar sobre los grandes problemas sociales que influyen en el destino del Hombre, a partir del reconocimiento de realidades como que la política es el conjunto de fenómenos sociales relacionados con el poder, que este es un fenómeno universal y el Estado una de las formas en que se ejerce.

A través de la POLEMOLOGIA aprendemos a definir el ámbito de las relaciones internacionales con el recurso del conocimiento antropológico y cultural de los Estados. De allí la importancia del estudio de la Antropología social, la Antropología cultural, etc. es decir de todo aquello que oriente el comportamiento humano.

Gracias a los estudios polemológicos, hoy día la interpretación del escenario internacional ha variado significativamente, y el Nuevo Orden imperante que coloca a la fuerza sobre la razón es entendido como consecuencia de los cambios en las relaciones de poder, cambios en la naturaleza de los conflictos, modernización productiva, estructura de las transnacionales de la información, la globalización de los patrones culturales y la imposición de los mecanismos que rigen la economía de mercado.

INSTITUTO PERUANO DE POLEMOLOGIA
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miércoles, 8 de octubre de 2008

Cronología de Conflictos Bélicos: 2200 a. C. - 1997 d. C.

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En:

http://www.saber.golwen.com.ar/guerra.htm

CRONOLOGIA DE GUERRAS, CAMPAÑAS Y DEMAS ACONTECIMIENTOS BELICOS DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD

En los últimos 5.000 años de historia la humanidad solo estuvo 900 años en paz, en los cuales los hombres se preparaban para el conflicto siguiente. Mas de 8.000 tratados de paz se han firmado en el transcurso de los últimos 35 siglos. Desde 1945 hasta la fecha se han peleado 140 guerras con 13.000.000 de muertos.

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2200-2130ac Guerra entre los Guti y los Sumerios

1573ac Campaña de Kamosis: Egipto vs Hicsos.

1565-55ac Campañas de Amosis: Egipto vs Hicsos.

1530ac Campaña de Amenofis I: Egipto vs Hicsos.

1520ac Campañas de Tutmosis I: Egipto vs Hicsos, y Hurritas.

1513ac Campañas de Tutmosis II: Egipto vs Hicsos, y Hurritas.

1482-62ac Campañas de Tutmosis III: Egipto vs Fenicios, y Mitanos.

1301-1294ac Campañas de Ramses II: Egipto vs Hititas, y Fenicios

1260-50ac Guerra de Troya (según Heródoto): Griegos micenicos vs Troyanos

650-630ac Guerra de Mesenia: Esparta vs ciudad de Mesenia.

500 ac Invasión Celta a las Islas Británicas

500 ac Conquista celta de la España cartaginesa.

431-404ac Guerra del Peloponeso: Atenas vs Esparta, Corinto, Tebas y Megara.

Tubo tres períodos: 431-421ac, 415-413ac y 413-404.

492-490ac Primera Guerra Medica: Grecia(sin Esparta) vs Persia (o medas).

480-478ac Segunda Guerra Medica: Grecia vs Persia.

468-449ac Tercera Guerra Medica: Grecia vs Persia, terminan las guerras medicas mediante un tratado.

400ac Guerra Celta contra Etruscos y Romanos

s. IV ac Invasión celta a Panoia, conquistando a los Ilirios.

390ac Invasión Gala a Roma.

353-352ac Guerra Sagrada: Focidios vs Locrios (griegos)

334-323ac Campaña de Alejandro para la conquista de Persia: Incursiona también en Egipto, India, Parthia, Aria, Drangiana, Carmania, Sogdiana, Escitia, etc.

327-290ac Guerra contra los samnitas: Roma vs samnitas, etruscos, galos y umbrios.

322-311ac Guerra de los Diadocos: Sucesores de Alejandro Magno.

280-270ac Conquista de la Magna Grecia por Roma.

260-241ac Primera Guerra Púnica: Roma vs Cartago.

218-202ac Segunda Guerra Púnica: Roma vs Cartago.

202-139ac Conquista de España Ulterior: (centro y oeste) Roma vs Lusitania.

200-197ac Primera Guerra de Macedonia: Roma vs Macedonia.

172-168ac Segunda Guerra de Macedonia: Roma vs Macedonia. Macedonia pasa a ser provincia romana (148).

148-146ac Tercera Guerra Púnica: Roma vs Cartago. La ciudad de Cartago es totalmente destruida (146), el territorio pasa a ser provincia romana.

73-71ac Guerra de los Gladiadores: Roma vs Gladiadores rebeldes al mando de Espartaco.

58-50ac Conquista de las Galias: Roma vs Galias.

54ac-627dc Guerras romanas en oriente: Roma vs Partia o su sucesora Persia Sasanida.

43-51dc Invasión romana de la Britaña celta: Romanos conquistan Britaña hasta el limite sur de Escocia

350+-dc Los Hunos invaden Europa: llegan hasta Germania.

400-600 Invasiones Sajonas, Anglos y Escocesa: a los mercios, britanos y pictos respectivamente.

500dc Los Hunos invaden el norte de la India.

700-1000 Invasiones Vikingas y Normandas: a la Gran Bretaña y a la Irlanda actuales.

636-756 Expansión Arabe: Invaden Persia hasta el río Indo, Egipto, Siria, toda la costa africana del Mediterráneo, y el sur y este de España.

718-1492 Guerras españolas de Reconquista: España vs Arabes.

774-800 Expansión de Carlomagno: Conquista, desde Francia, a Italia, Germania, Hungría, Bohemia y la actual Austria. Lucha contra los árabes en los Pirineos.

885-86 Gran Sitio de París por los vikingos.

954-55 Guerra Magiar: Sacro Imperio Romano germánico vs Magiares.

951,55 y 66 Incursiones del Sacro Imperio Romano Germánico a Italia en ayuda del Papa contra lombardos y carolingios.

1066 Guerra por Inglaterra: Haroldo Haardraade de Noruega vs Harold II de Inglaterra en el norte y Harold II de Inglaterra vs Guillermo II de Normandía al sur, se enfrentan en Hastings.

1096-99 Primera Cruzada: Conquista de Jerusalén y establecimiento de los estados cruzados, por parte de condes y duques de Francia, Alemania y sur de Italia.

1125-46 Guerra entre Guelfos y Gibelinos. Los primeros apoyaban al Papa y los segundos al Imperio.

1146-49 Segunda Cruzada: al mando de Luis VII, rey de Francia y de Conrado III emperador de Alemania.

1163-69 Lucha por Egipto: Shirkut de Siria vs Amalrico rey de Jerusalén vs Shawar sultan de Egipto.

1174-83 Conquista de Siria por Saladino sultan de Egipto.

1180-85 Guerra de Gempei: Japón. Clan Taira vs Clan Minamoto.

1189-92 Tercera Cruzada: Ricardo I, rey de Inglaterra y el Emperador Federico que murió en camino. Conquista de Acre y derrota de Saladino en Arzuf.

1204 Cuarta Cruzada: Conquista de Constantinopla y establecimiento del imperio Latino de Constantinopla (hasta 1260).

1211-27 Campaña de Gengis Khan para la conquista de: China, el Turquestan, Persia, Armenia, Bagdad, India y el sur de Rusia.

1218-21 Quinta Cruzada: Ataque fracasado a El Cairo, Egipto.

1229 Sexta Cruzada: Al mando del emperador Federico II de Alemania se recupera Jerusalén por medio de un tratado (hasta 1244).

1248-50 Séptima Cruzada: Al mando de Luis IX, rey de Francia, se efectúa un ataque fracasado a El Cairo.

1270 Invasión fallida de Túnez por el rey de Francia Luis IX que muere en el campamento.

1274 Invasión mongol a Japón.

1281 Invasión mongol a Japón.

1396 Octava Cruzada: abortada por la aniquilación del grueso de las tropas, por manos los turcos otomanos.

1453 Los Turcos conquistan Constantinopla

1337-1453 Guerra de los Cien Años: Francia vs Inglaterra.

1370-1405 Campañas militares de Temerlan de los Mongoles, en el Jorasán, Sistán, Mazandaran, Irán, Georgia, Anatolia oriental, la Horda del Oro, toma de Bagdad (1393), la India saqueo de Delhi (1398), mamelucos de Egipto, Damasco, etc.

1381 Guerra de Ghioggia: República de Venecia vs República de Génova.

1455-85 Guerra de las Dos Rosas: guerra civil inglesa entre las casas de Lancaster y York.

1463-79 Guerra entre Venecia y Turquía: Turquía gana imponiendo el pago de privilegios comerciales.

1467-77 Guerra de Onin: guerra civil en Japón entre shogunatos.

1475-79 Guerra entre Portugal y España.

1494-1559 Guerras Italianas: Milán y Francia vs España, Sacro Imperio Romano Germánico y coalición de estados italianos.

1517 Conquista de Egipto: Seleim I, sultán otomano, doblego a los mamelucos de Egipto.

1519-25 Conquista del México azteca por parte de españoles: al mando de Cortés.

1524-26 Guerra de los Labradores: en Europa nobles contra clase obrera.

1532-33 Aniquilación del imperio del Inca: por los españoles, al mando de Pizarro.

1562-89 Guerras de Religión en Francia: Cristianos vs Calvinistas, luego de cuatro guerras en las que no gano nadie, los calvinistas firman la paz.

1568-1648 Guerras de Independencia Holandesas: Países Bajos vs España.

1618-48 Guerra de los 30 Años: intervinieron Austria, Dinamarca, Suecia, las Provincias unidas, Francia, España y Alemania.

1640-52 Guerra por la Independencia de los Catalanes vs España.

1642-51 Guerras Civiles Inglesas: tres períodos 1642-46, 1648 y 1649-51.

1652-54 Primera Guerra Anglo Holandesa: Inglaterra vs Holanda.

1665-67 Segunda Guerra Anglo Holandesa: Inglaterra vs Holanda.

1667-78 Guerras de Luis XIV: vs Países Bajos, Lorena, el Franco Condado y Saboya.

1667-68 Guerra de la devolución: Francia vs España y en 1668 Inglaterra, Holanda y Suecia.

1672-74 Tercera Guerra Anglo Holandesa: Inglaterra y Francia vs Holanda

1688-97 Guerra de la Gran alianza: Francia vs Sacro Imperio Romanogermanico, España, Inglaterra, Provincias Unidas y Savoya.

1700-21 Gran Guerra del Norte: Suecia vs Rusia, Dinamarca, Noruega y Polonia (Turquía contra Rusia en 1710-11)

1701-14 Guerra de Sucesión Española: Francia, España y Bavaria (Portugal y Savoya en 1703) vs Austria, Alemania, Provincia Unidas y Gran Bretaña.

1733-35 Guerra de Sucesión Polaca: Italia, Francia, España, Babaria y Cerdeña vs Austria y Rusia.

1736-39 Guerra Ruso Turca: Rusia gana.

1740-48 Guerra de Sucesión Austríaca: Francia, España, Babaria y Prusia vs Austria, Inglaterra y Holanda.

1756-63 Guerra de los Siete Años: Francia vs Inglaterra, por el control del Canadá e India; y Austria, Rusia, Suecia y España a partir de 1762 vs Prusia, por el control de Silesia, al final gano la coalición Inglaterra-Prucia sobre la Francia-Austria.

1768-74 Guerra Ruso Turca: Imperio Otomano vs Rusia.

1775-83 Guerra de independencia de EEUU: EEUU,Francia y España (1778) vs Inglaterra

1778-79 Guerra de Sucesión de Babaria: Austria vs Prusia.

1780-84 Cuarta Guerra Anglo Holandesa: Inglaterra vs Holanda

1787-91 Guerra Ruso Turca: Rusia y Austria vs Turquía.

1792-1802 Guerras de la República Francesa: Francia vs Austria, Prusia, Inglaterra, Holanda, España, Cerdeña, Rusia, Turquía y Nápoles.

1796-1804 Revolución del Loto Blanco: China vs rebeldes.

1801-05 Guerra de Trípoli: EEUU vs Trípoli (Norte de Africa).

1805-15 Guerras Napoleónicas: Francia vs Coaliciones de Europa.

1806-12 Guerra Ruso Turca: Rusia vs Imperio Otomano.

1806 Primera invasión inglesa al Río de la Plata: Buenos Aires vs Inglaterra.

1807 Segunda invasión inglesa al Río de la Plata: Buenos Aires vs Inglaterra.

1809 Montin de Alzaga, Argentina.

1810-16 Guerra de independencia de Argentina: Argentina vs España.

1812-13 Guerra de 1812: EEUU vs Inglaterra.

1816 Invasión portuguesa a la Banda oriental del Uruguay.

1817-18 Campaña de Los Andes: San Martín cruza los Andes y libera a Chile de los españoles.

1820-21 Liberación del Perú: San Martin vs Españoles.

1821-29 Revolución Griega: Grecia (Rusia en 1828) vs Turquía.

1825-28 Guerra Argentino Brasileña: Argentina gano militarmente pero Brasil gano en la diplomacia y Uruguay se independizo.

1833 Campaña contra los indios de la Pampa y Río Negro al mando de Juan Manuel de Rosas.

1837 Rebelión Canadiense

1837-39 Guerra Boliviana: Argentina y Chile vs Confederación Peruano-boliviana

1838-50 Bloqueo anglo-frances a la Argentina: Paz con Inglaterra en 1849 y con Francia en 1850.

1839-40 Guerras de los Obispos: Escocia vs Inglaterra.

1839-42 Primera Guerra del Opio: China vs Inglaterra.

1842-50 Guerra Civil Uruguaya o Guerra Grande.

1846-48 Guerra Mexicano-Estadounidence: México vs EEUU.

1850-64 Revolución Taiping: China vs Rebeldes.

1853-56 Guerra de Crimea: Rusia vs Turquía e Inglaterra y Francia en 1854.

Mediante la Paz de París, todo quedo igual que antes, solo que con unos muerto de mas.

1856-60 Segunda guerra del Opio: China vs Inglaterra y Francia.

1859 Guerra franco-austriaca: Francia y Piamonte vs Austria.

1860-61 Guerra de unificación de Italia: Reino de Cerdeña vs Nápoles. Se sigue en la guerra franco prusiana.

1861-65 Guerra de secesión de EEUU: Estados del norte o federales vs estados del sur o confederados.

1863-67 Guerra de México: México vs Francia.

1860-66 Guerra de la cuádruple alianza: España vs Perú, Chile, Ecuador y Bolivia.

1865-70 Guerra de la Triple Alianza: Argentina, Brasil y Uruguay vs Paraguay.

1866 Guerra de las siete semanas o Austro Prusiana: Junio-Agosto: Prusia e Italia vs Austria y estados alemanes pequeños.

1868-78 Guerra de los Diez Años: Cubanos patriotas vs España, la guerra culmina con un tratado y todo sigue igual.

1869-70 Rebelión del Río Colorado: Canadá vs Rebeldes de Mavitobas

1870 Guerra Franco Prusiana: De julio a septiembre de este año se enfrentaron Francia vs Prusia.

1876-78 Guerra Ruso-Turca: Rusia vs Turquía.

1878-85 Campaña del desierto: Rep. Argentina vs Tribus indias de la zona andina y patagónica.

1879 Guerra Zulú: Británicos de Sudáfrica vs Zulúes.

1879-83 Guerra del Pacifico: Chile vs Perú y Bolivia.

1885 Guerra Franco China

1894-95 Guerra Chino-japonesa: Japón fue el vencedor.

1895-98 Guerra de Independencia de Cuba: Separatistas y EEUU en 1898 vs España.

1899-1902 Guerra de los Boers: o guerra sudafricana. Ingleses vs Boers (colonos holandeses del Estado de Orange).

1900 Rebelión de los Boxer Los boxer toman todas las principales ciudades chinas en repudio a los extranjeros, y Alemania, Austria, Inglaterra, Italia, EEUU, Francia, Rusia y Japón ayudaron a reprender a los revolucionarios, que secretamente eran alentados por la emperatriz china.

1904-05 Guerra Ruso japonesa: Japón vs Rusia. Luego de sangrientas batallas y bombardeos se firmo la paz, mediante la cual se dividió Manchuria en dos, Japón al sur y Rusia al norte, y Rusia reconoció el protectorado de Japón sobre Corea.

1905 Revolución Rusa.

1911-12 Guerra Italo Turca: se cerro con un pacto de paz desfavorable para Turquía.

1912-13 Guerra de los Balcanes: Grecia, Bulgaria, Servia y Montenegro vs Turquía.

1913 Segunda Guerra de los Balcanes: Grecia, Servia, Imperio Otomano y las demás repúblicas balcanicas vs Bulgaria.

1914-18 Primera Guerra Mundial: Los aliados (Francia, Inglaterra y Rusia, Japón en agosto de 1914, Italia 1915, Rumania 1916 y EEUU en 1917) vs Alemania, Austria-Hungria, Turquía y Bulgaria en 1915.

1917 Revolución Bolchevique en Rusia.

1920 Guerra Polaco Soviética: de abril a octubre URSS vs Polonia.

1925-49 Guerra Civil China:Comunistas vs Nacionalistas (estos escaparon y ocuparon Taiwan). Tregua en 1937 para luchar contra Japón.

1931 Guerra de Manchuria: Japón vs China. Japón ocupo completamente Manchuria (provincia del imperio chino) y la proclamo un estado autónomo llamado Manchuco.

1932-35 Guerra del Chaco Paraguayo: Bolivia vs Paraguay.

1935 Guerra de Abisinia: Italia vs Etiopía, en octubre Italia invade Etiopía y anexiona Abisinia.

1936-39 Guerra Civil Española: Republicanos vs Nacionalistas (Franco).

1937-45 Guerra Chino Japonesa: Japón vs China. Japón ocupo China, y en 1939 fue detenido su avanzada, y esta guerra culmino con la derrota japonesa en la segunda guerra mundial.

1939-40 Guerra Ruso Finlandesa: URSS vs Finlandia.

1939-45 Segunda Guerra Mundial: El Eje (Alemania, Japón e Italia) vs los Aliados (Francia, Inglaterra y Rusia, EEUU en 1941 y otros en menos cantidad), tuvo varios frentes, Europa, Asia, Africa y Oceanía.

1946-54 Guerra de Indochina: Francia vs Nacionalistas Vietminh. Vietnam se libro del dominio francés pero quedo dividido en dos, al norte los comunista y al sur los republicanos.

1947-49 Primera Guerra Palestina: judíos palestinos vs árabes palestinos.

1947-49 Primera Guerra Indo Pakistaní: India vs Pakistán. sigue abajo

1950-53 Guerra de Corea: Norte comunista (China y URSS) vs Sur republicano (ayudado por EEUU, Inglaterra, Francia, Bélgica, Holanda y Turquía). Termina con el Armisticio de Panmunjom, sin que nadie gane.

1951-53 Guerra civil de Colombia.

1954-62 Guerra de Argelia: Independentistas vs Francia.

1955-75 Guerra de Vietnam: Vietnam del norte comunista vs Vietnam del Sur (ayudado por tropas de elite conscriptos estadounidenses). Tras la retirada de las tropas estadounidenses, en 1976, Vietnam se unifica bajo el régimen comunista.

1955-72 Guerra Civil del Sudan.

1956 Guerra Suez Sinaí: Jordania, Egipto y Siria vs Israel.

1960-96 Guerra Civil de Guatemala

1961-93 Guerra de Independencia de Eritrea (Africa este) vs Etiopía

1965-66 Segunda Guerra Indo Pakistaní

1967 Guerra de los Seis Días: 4 de junio al 10 de junio. Israel vs Egipto, Jordania, Siria e Irak. Israel en una guerra relámpago ocupa el Sinaí, Gaza, Cisjordania y, en Siria, las montañas del lago Tiberíades.

1971 Tercera Guerra Indo Pakistaní: India vs Pakistán.

1973 Guerra del Yom Kippur: Egipto y Siria vs Israel.

1974-94 Guerra civil de Angola

1978-92 Guerra de Afganistán: Gob. comunista y URRS vs Guerrilleros islámicos. En 1989 se retiran las tropas soviéticas.

1980-88 Guerra de Irán e Irak.

1981-91 Guerra Civil de El Salvador (América Central)

1982 Guerra de las Malvinas: 2 de abril al 14 de julio. Argentina vs Inglaterra.

1983 Invasión de EEUU a la isla de Granada (Caribe): EEUU derroca al gobierno granadino.

1983- Segunda Guerra civil del Sudan

12/1989-2/90 Invasión Estadounidense a Panamá: EEUU vs Noriega de Panamá.

1990-97 Guerra civil entre Tutsis y Hutus en Ruanda, Africa.

1991 Guerra del Golfo Pérsico: 16 de enero a Junio. Irak vs Naciones Unidas, hegemonisadas por EEUU. Tras la invasión de Kuwait por Irak, las Naciones Unidas decreto la intervención en el conflicto, e hizo retirar a Irak del país invadido.

1991-95 Guerra de los Balcanes o Bosnia: En 1991 se independizan Eslovenia y Croacia, y en 1992 lo hace Bosnia-Herzegovina. Bosnios (musulmanes) vs Servios vs Croatas.

1991-96 Guerra de Chechenia: Rusia vs Chechenos separatistas.

1995 Guerra Peruano-Ecuatoriana: Perú vs Ecuador. Termino con un tratado de paz impuesto por organismos internacionales.

1996 Guerra de Irak: EEUU vs Irak.

1996-97 Guerra civil en Zaire: Rebeldes Tutsis vs Gobierno Hutu.
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miércoles, 1 de octubre de 2008

Lenin: una biografía

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Una disculpa previa: habíamos puesto en el título de esta entrada "Lenin: una biografía breve", porque así nos pareció. Probablemente cuando pusimos el nombre recordábamos al menos el pequeño libro de Trotski sobre Lenin, que es más extenso y no se diga el de su esposa, Nadesdha Krupskaia. Le hemos quitado el calificativo de "breve" en razón de los comentarios que indican que algunas personas buscan algo más resumido.

Para nosotros la siguiente es una biografía relativamente breve, pero concisa y muy completa, que destaca aspectos actualizados de la vida de Lenin.

Las negrillas, separación de algunos párrafos, omisión de fotografías son nuestros para efectos de análisis.


Tomado de:

http://es.wikipedia.org/wiki/Lenin

Vladímir Lenin (en ruso Ленин; Simbirsk, Rusia, 22 de abril de 1870 - Gorki, 21 de enero de 1924) seudónimo de Vladímir Ilich Uliánov (Владимир Ильич Ульянов), dirigente revolucionario ruso y líder bolchevique. Fue el primer presidente del Gobierno soviético (el Consejo de Comisarios del Pueblo) de la Unión Soviética, elegido en el II Congreso de los Soviets de diputados obreros y soldados de toda Rusia el 25 de octubre.

Fue autor de un conjunto teórico y práctico basado en el marxismo para la situación política, económica y social de Rusia de principios del siglo XX.

Posteriormente fue llamado leninismo bajo el régimen de Iósif Stalin. Actualmente se reconoce esta línea política y de acción como marxismo-leninismo, sin embargo esta no debe ser adjuntada con la serie de teorías elaboradas y aplicadas por Stalin durante su período de mandato conocido posteriormente como stalinismo.

Lenin fue uno de sus seudónimos revolucionarios. Se supone que eligió este nombre como oposición a Georgi Plejánov, quien usaba el seudónimo Volgin, por el río Volga. Uliánov, según esta tesis, eligió el río Lena, que es más largo y circula en la dirección opuesta.

En cualquier caso, Plejánov parece que tuvo una influencia significativa sobre Lenin en aquella etapa de su vida, de forma que la veracidad de esta explicación aún está sujeta a dudas. Existen otras teorías sobre el origen de su nombre, ya que el mismo Lenin nunca explicó por qué lo escogió. En Occidente se le ha llamado algunas veces de forma errónea como Nikolái Lenin, aunque nunca fue llamado así en Rusia.

(...)

Sus primeros años

Nacido en Simbirsk, Rusia, hijo de Iliá Nikoláyevich Uliánov (1831-1886), un funcionario civil ruso, director de escuelas, y más tarde Consejero de Estado del zar Nicolás II , puesto en el que trabajó para incrementar la democracia y extender la educación gratuita en Rusia. Con numerosos hermanos, entre ellos Aleksandr (de tendencia anarquista), quien fue ejecutado en 1887 por atentar contra el zar Alejandro III.

Como muchos rusos, fue una mezcla entre la etnia y las tradiciones religiosas. Tenía ascendencia calmuca por parte de su padre, de alemanes del Volga por parte de su abuela materna que eran luteranos y ascendencia judía por su abuelo materno (convertido al cristianismo). El mismo Vladímir Ilich Uliánov fue bautizado por el rito de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

De pequeño se le llamaba Volodia (diminutivo de Vladímir) y mostró don de pensamiento elaborado y profundo, asertivo, poco afectivo y sarcástico. De mente muy lógica, se mostró excelente estudiante desde su más tierna infancia. Sus profesores declararon sobre él:

-«Muy dotado, siempre limpio y estudioso, primero en todas las materias, cierta tendencia a aislarse y a la reserva»-Fiódor Kérenski (1890)

Fiódor Kérenski (director del liceo de Simbirsk) era padre del famoso Aleksandr Kérenski, quien iba a ser más adelante el Primer Ministro del Gobierno Provisional derrocado durante la revolución bolchevique.

Vladímir se distinguió en el estudio del latín y el griego. Pasó por dos tragedias en su juventud: en 1886, su padre murió de una hemorragia cerebral. Al año siguiente, en mayo de 1887, su hermano mayor, Aleksandr Uliánov, fue detenido y fusilado. Aleksandr Kérenski escribió que «la ejecución de un hermano como Aleksandr Uliánov hubiera tenido necesariamente un efecto demoledor y destructivo sobre cualquier mente normal». Sin embargo, según el historiador Robert K. Massie, el efecto que tuvo la muerte de su hermano es un tema discutible.

Su actividad política antes de la Revolución Rusa

La muerte de Aleksandr radicalizó las posturas de Vladímir (sus biógrafos oficiales consideran este evento como el principal motivo de la acción revolucionaria de Lenin).

El mismo año de la ejecución de su hermano Aleksandr, Lenin termina sus estudios en el liceo de Simbirsk (con medalla de oro). En junio, ingresa en la Facultad de Derecho de la Universidad de Kazán, adonde se traslada con toda su familia.

En Kazán, Lenin entra en contacto con círculos revolucionarios y es detenido en diciembre del mismo año. Al día siguiente, dirige la siguiente carta al rector de la Universidad:

Considerando que no es posible continuar mis estudios en la Universidad en las actuales condiciones de la vida universitaria, tengo el honor de suplicar humildemente a Su Excelencia que disponga mi exclusión como estudiante de la Universidad Imperial de Kazán.[1]

El 7 de diciembre de 1887, Lenin es deportado a Kokúshkino, una aldea en la provincia de Kazán, y puesto bajo vigilancia policial.

Rechazadas por las autoridades sus peticiones de readmisión en la Universidad de Kazán, así como de cursar estudios en el extranjero, al final obtiene el permiso para regresar a Kazán en octubre. De nuevo en Kazán, Lenin se ocupa en el estudio de El capital de Karl Marx, e ingresa en un círculo marxista organizado por N. E. Fedoséyev. El año siguiente, instalado en Samara, es detenido en relación con su pertenencia a este círculo.

En junio de 1890, y tras varias solicitudes rechazadas, se le autoriza a examinarse como externo en las asignaturas de Derecho por la Universidad de San Petersburgo. En enero de 1892 consigue su diploma universitario, y ejerce como pasante de abogado en Samara. Durante este tiempo actuará como defensor en diversas causas. En julio de este año, y tras repetidas solicitudes al Tribunal Comarcal de Samara y al Departamento de Policía obtiene la certificación que le da derecho a ejercer la abogacía lo que resta del año, siéndole renovada el año siguiente. Durante este tiempo escribirá algunos textos contra los populistas (naródniki), que leerá en círculos marxistas.

En 1893 se traslada a San Petersburgo, deteniéndose en el camino en Nizhni Nóvgorod y en Moscú, donde se pone en contacto con diversos grupos marxistas. En San Petersburgo ejerce como pasante. Ese año escribe Acerca de la llamada cuestión de los mercados, que lee en los círculos marxistas.

En 1894 se traslada a Moscú, donde continuará su relación con los círculos marxistas y obreros, y seguirá trabajando en el plano teórico en contra de las ideas de los populistas. Contra ellos escribe sus obras Quiénes son los "amigos del pueblo" y cómo luchan contra los socialdemócratas (1894) y El contenido económico del populismo y su crítica en el libro del señor Struve (1894-1895).

Por esta época comienzan sus primeros viajes por Europa, analizando los procesos revolucionarios del Viejo Continente. En 1896, sus actividades revolucionarias le ocasionarán el encarcelamiento y su destierro a Siberia (en 1897) donde pasará tres años de su vida. En Siberia, en 1898, contraerá matrimonio con Krúpskaya. También dedicará este tiempo a redactar su voluminoso trabajo El desarrollo del capitalismo en Rusia.

En 1903, presentará sus tesis en el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, que servirán para establecer un primer distanciamiento entre la fracción bolchevique y la menchevique. Posteriormente, durante la revolución de 1905, viajará desde Suiza para intentar extender el fuego revolucionario, y al no conseguirlo, optará por exiliarse en Finlandia, para pasar después una vez más a Suiza.

En el clima de reacción de los años posteriores a la revolución fallida de 1905, empezó a ejercer influencia entre los círculos socialistas rusos y alemanes una nueva filosofía, el empiriocriticismo. Sus principales representantes fueron Mach y Avenarius. Se trataba de una filosofía pretendidamente marxista, que buscaba abandonar el materialismo inspirándose en la reciente crisis de la física y en filosofías basadas en el método científico, como el positivismo. El enfrentamiento de Lenin a esta filosofía, que calificaba de idealista y de sucesora del berkeleísmo, se concretó en una de sus más importantes obras filosóficas: Materialismo y empiriocriticismo (1908).

Lenin y la revolución de 1917

(...)

Con el inicio de la Primera Guerra Mundial su figura política se expande, al propugnar la oposición de la socialdemocracia alemana a la misma, y le convierte en una figura clave en Rusia, cuando la evolución de la contienda se muestra abiertamente desfavorable para su país. Tras la inesperada revolución de febrero, que culmina en la abdicación del zar, comienza a fraguarse un proceso revolucionario que se resolvería en el mes de Noviembre (octubre por el viejo calendario).

Análisis previo de los acontecimientos de febrero (Cartas desde lejos)
La revolución de febrero sorprende a Lenin exiliado en Suiza. Con la escasa fuente de información de que disponen los emigrados rusos —fundamentalmente, la prensa legal—, Lenin se lanza a aventurar una explicación de sus fundamentos y causas.

En la primera de sus Cartas desde lejos, Lenin centra su explicación en dos puntos:

Las luchas de clases, francas y abiertas, desencadenadas en el trienio de 1905 a 1907, que permitieron acelerar los acontecimientos de febrero.

La primera revolución (1905) removió profundamente el terreno, arrancó de raíz prejuicios seculares, despertó a la vida política y a la lucha política a millones de obreros y a decenas de millones de campesinos, mostró a cada clase y al mundo entero el verdadero carácter de todas las clases (y todos los principales partidos) de la sociedad rusa, la verdadera correlación de sus intereses, de sus fuerzas, de sus medios de acción, de sus objetivos inmediatos y lejanos.[2]

La guerra mundial imperialista, como factor determinante capaz de acelerar los acontecimientos históricos y de "engendrar crisis mundiales económicas, políticas, nacionales e internacionales de una fuerza inusitada".[3]

Una guerra mundial orquestada por las burguesías nacionales, y que "debía transformarse en una guerra civil entre las clases enemigas".[4]

Este proceso ha comenzado en la revolución de febrero.

La guerra mundial será decisiva para la revolución. Las presiones económicas que forzaban este conflicto entre las burguesías nacionales de Europa (y en relación con ello, la presión política de británicos y franceses), pondrán a las clases dirigentes de Rusia en un callejón sin salida, haciendo imposible una paz con Alemania.

La imposibilidad de esta paz, única medida que habría podido frenar el descontento popular, impidió cualquier reconciliación de las clases en conflicto y condujo a una dualidad de poderes que sólo pudo zanjarse por medio de una revolución.

En efecto, en el primer acto de la revolución han confluido tres fuerzas:

La monarquía zarista, tradicionalista, "cabeza de los terratenientes feudales, cabeza de la vieja burocracia y del generalato".[5]

La burguesía, que detenta el verdadero poder económico, y que se ha organizado con rapidez desde 1905.[6]

El Sovietico.


En marzo, bajo presiones de los generales y oficiales del ejército, Nicolás II abdicó y se formó un gobierno provisional de tipo burgués.

Ambos acontecimientos fueron forzados por la necesidad de que un gobierno moderado aplacase los vientos de subversión y otorgase algunas concesiones, a cambio de seguir sosteniendo la guerra con los alemanes.

Pero, como apunta Lenin, la abdicación del zar no suponía de hecho una contradicción en el régimen (en todo caso, se trataba de un desencuentro meramente transitorio) sino más bien un cierre de filas entre la burguesía que reclamaba su hora, y las fuerzas representadas por la monarquía.

En la práctica, pese a su discurso republicano, la burguesía necesitaba mantener el trato con la monarquía. Por eso, la restauración aún amenazaba en el horizonte.

Frente a las fuerzas del gobierno y de la monarquía, Lenin apuesta aquí por el Soviet. El gobierno provisional es incapaz de ignorar los intereses tanto de la burguesía rusa como del capital extranjero representado por los gobiernos de la Entente. Por tanto, es incapaz de firmar una paz con Alemania. El gobierno provisional tampoco puede enfrentarse a los terratenientes y entregar la tierra a los campesinos y a los obreros del campo.

Siendo así, la única salida posible para esta situación pasa por el Soviet, el único garante por entonces (y mientras durase la dualidad de poderes) de la libertad popular, y que mantiene al gobierno a la defensiva ofreciendo concesiones que intenten paliar el descontento y la miseria que la guerra mundial aún provoca.

En definitiva, en esta época Lenin piensa en los siguientes términos: expulsados los Románov, tenemos un Estado de corte burgués similar a los de la Europa occidental (e igualmente militarista); este Estado burgués, sin embargo, se encuentra con las manos atadas porque existe una institución popular, el Soviet, que en Petrogrado detenta el verdadero poder y contra el que el Estado es incapaz de imponerse mediante la represión;[7] este poder, sin embargo, ha cedido voluntariamente hasta ahora el poder del Estado a la burguesía; en estas condiciones, la minoría bolchevique debe abogar porque el Soviet avance definitivamente hacia la apropiación del poder del Estado.

Regreso a Petrogrado

Lenin llega a Petrogrado la noche del 3 de abril de 1917: el día siguiente presenta, sin apenas conocimiento de la situación concreta en el territorio ruso y por su cuenta y riesgo, sus célebres Tesis de abril.

En estas tesis, Lenin aborda las siguientes cuestiones:

Rechazo la guerra imperialista, sometida a los intereses del capital. Estos mismos intereses hacen imposible una paz que sea realmente democrática, no impuesta por la fuerza, y sin anexiones.

En Rusia se ha pasado de la primera etapa de la revolución (que da el poder a la burguesía) a la segunda, que debe poner ese poder en manos del proletariado y de los campesinos pobres.

Desenmascarar el Gobierno Provisional como gobierno de capitalistas, y negarles todo apoyo.

Reconocimiento de que el Partido se encuentra en minoría en los Soviets. Necesidad por tanto de explicar y difundir sus posturas, desde una minoría crítica.

Reivindicación no de una república parlamentaria, sino de una república de los Soviets. Dentro de la cual se supriman policía, ejército y burocracia, sin que la remuneración de todos los funcionarios exceda nunca el sueldo de un obrero cualificado.

Reforma agraria. Confiscación de las tierras de los terratenientes. Nacionalización de todas las tierras que se pondrán a disposición de los Soviets locales.

Fusión de los bancos en un banco único bajo el control de los Soviets.

Prioridad del control democrático de la producción y distribución por parte de los Soviets, antes que "implantación" inmediata del socialismo.

Como tareas del Partido:

(1) Celebración de un nuevo Congreso.

(2) Modificación del programa en relación con la posición ante el imperialismo y ante el Estado, y reforma del programa mínimo.

(3) Cambio de denominación del Partido, que ha de pasar de "socialdemócrata" a la de Comunista.

En este momento, Lenin se encuentra completamente solo. El ala derecha de su partido lo acusa de anarquismo, de aventurerismo y de apelar a una guerra civil. El ala izquierda se apropia de las Tesis para convertirlas en un programa inmediato para derrocar al gobierno provisional.
En realidad, por las circunstancias en que se pronunciaron y por la actitud posterior del propio Lenin (que se alió con esa ala derecha y en contra de los izquierdistas durante la conferencia de abril del POSDR), parece más sensato inclinarse por una interpretación menos tajante. Las Tesis pretenden ir poniendo sobre la mesa un programa de medio-largo plazo, una trayectoria política que se debe ir siguiendo durante los meses posteriores.[8]

Tras un alzamiento fallido en julio, se desatan las persecuciones y el propio Lenin tiene que huir a Finlandia, donde se encontrará hasta su regreso en octubre. Aprovechará estos meses para redactar su importante obra El Estado y la revolución, que había de sentar las bases teóricas respecto de la toma del poder del Estado, la transformación del Estado burgués en un Estado socialista (compuesto esencialmente por los órganos de masas : soviets de obreros, soldados, etc.), y la extinción de éste como paso progresivo hacia el comunismo.

A su vuelta se inicia el proceso que culminará el 7 de noviembre con la toma del palacio de Invierno. Y el 8 de noviembre Lenin fue elegido Premier de la Unión Soviética por el Congreso de los Soviets de Rusia.

Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo

Una vez elegido Premier y ante el peligro de una invasión alemana, Lenin argumentó que Rusia debía firmar de forma inmediata un tratado de paz. Otros líderes bolcheviques como Bujarin abogaban por la continuación de la guerra como forma de fomentar la revolución en Alemania.

Lev Trotski, quien lideraba las negociaciones, optaba por una postura intermedia, postulando un tratado de paz que no implicara ganancias territoriales para ninguna de las partes.

Cuando las negociaciones se colapsaron, Alemania lanzó una invasión que resultó en la pérdida de muchos territorios del oeste de Rusia. Como resultado de este giro de los acontecimientos, las posiciones de Lenin obtuvieron el apoyo de la mayoría de los líderes bolcheviques, y Rusia firmó el Tratado de Brest-Litovsk en términos desventajosos (marzo de 1918). El partido bolchevique fue renombrado como Partido Comunista de Rusia (bolchevique), que posteriormente se convirtió en el Partido Comunista de la Unión Soviética.

Aceptando que los soviets eran la única forma de un gobierno obrero legítimo, Lenin abolió la Asamblea Constituyente Rusa. Los bolcheviques perdieron la votación entonces, ganando las elecciones el Partido Socialista Revolucionario, aunque dividido en facciones pro y anti soviets.

Los bolcheviques, aliados con los socialrevolucionarios de izquierda, tenían el apoyo mayoritario en el Congreso de los Soviets, y formaron coalición de gobierno con el ala izquierda del Partido Socialista Revolucionario. Sin embargo, la coalición se hundió tras la oposición de los Social Revolucionarios al Tratado de Brest-Litovsk, que se unieron a otros partidos buscando derrocar al gobierno soviético. La situación degeneró con todos los partidos no bolcheviques (incluyendo los grupos socialistas) buscando de forma activa el derrocamiento del poder de los soviets.

El 30 de agosto de 1918, Fanny Kaplan, miembro del Partido Socialista Revolucionario, se aproximó a Lenin después de que éste hubiera hablado en un mitin y mientras se dirigía a su coche. Le llamó la atención y cuando Lenin se volvió a responder, le disparó tres tiros, dos de los cuales impactaron en un hombro y en un pulmón. Lenin fue transportado a sus apartamentos privados en el Kremlin y rehusó ser ingresado en un hospital, creyendo que otros asesinos podrían esperarlo allí. Se llamó a varios doctores, pero éstos decidieron que era demasiado peligroso extraer las balas. Lenin se recuperó, pero su salud se resintió a partir de este suceso y se cree que este incidente contribuyó a sus últimos infartos.

En marzo de 1919, Lenin y otros líderes bolcheviques junto a varios marxistas revolucionarios de todo el mundo crearon la Tercera Internacional, también conocida como Internacional Comunista, o Komintern, cuyos miembros, incluyendo a Lenin y a los mismos bolcheviques, se escindían del más amplio movimiento socialista identificado con la Segunda Internacional. A partir de este momento serían conocidos como comunistas.

Mientras tanto, una guerra civil asolaba Rusia. Una amplia variedad de movimientos políticos y sus seguidores tomaron las armas para apoyar o derrocar al gobierno soviético.

A pesar de que había muchas facciones diferentes involucradas en la guerra civil, las dos fuerzas principales fueron el Ejército Rojo formado y dirigido por Trotski (comunista) y el Ejército Blanco, formado por una relativa minoría adepta o partidaria al antiguo régimen zarista (o en algunos casos contraria al recién constituido) impulsado por poderosos lideres militares como Kolchak, Denikin y Yudénich, pero que recibiría el apoyo abrumador y decisivo de potencias extranjeras como Francia, Gran Bretaña, Canadá, Estados Unidos y Japón, además de otros 16 países, que intervendrían también en esta guerra (en apoyo del Ejército Blanco).

El Ejército Rojo ganó la guerra, derrotando a las fuerzas de la Rusia Blanca y sus aliados en 1920 (a pesar de esto, algunas islotes de pequeñas tropas continuarían la lucha durante muchos años más).

En los últimos meses de 1919, los éxitos contra las fuerzas del Ejército Blanco convencieron a Lenin de que era el momento de extender la revolución hacia el Oeste, por la fuerza si fuera necesario. Cuando la recién independizada Segunda República de Polonia comenzó a asegurar sus territorios orientales, anexionados por Rusia en las particiones de Polonia a finales del siglo XVIII, se enfrentó a las fuerzas bolcheviques por la dominación de estas áreas, lo que contribuyó al estallido de la guerra Polaco-Soviética de 1919. Con la revolución alemana y la Liga Espartaquista en pleno auge, Lenin vio esto como la oportunidad perfecta para penetrar en Europa con las bayonetas del Ejército Rojo.

Lenin veía a Polonia como el puente que el Ejército Rojo debía cruzar para unir la Revolución Rusa con los seguidores comunistas de la Revolución Alemana, y para ayudar a otros gobiernos comunistas en Europa Occidental.

La derrota de la Rusia soviética en la guerra polaco-soviética, sin embargo, invalidó estos planes.

A estas alturas ya había conducido a la muerte o al presidio, con la colaboración de Trotski, a casi todos los anarquistas de Rusia, destruyendo además todas las organizaciones y dejando existir tan sólo algunas pequeñas agrupaciones estrechamente vigiladas. Durante la Revolución Rusa la literatura anarquista fue incinerada y locales de reunión de uniones libertarias fueron clausurados para, de ese modo, destruir todo atisbo de socialismo catalogado contrarrevolucionario. La represión ideológica le llegaría a las agrupaciones políticas, como el Partido Socialista Revolucionario, a principios de los años veinte.

El anarquista ruso Volin denunció estos hechos, directamente ordenados por Lenin y Trotski, y que tuvo la oportunidad de presenciar, en su libro La Revolución Desconocida.

Los largos años de guerra se cobraron su tributo en Rusia, dejando un país en gran parte devastado, y con una economía en ruinas. La clase obrera se encontraba a sí misma en un arrollador proceso de declive; en torno a 1921 se había visto reducida a cerca de un tercio del tamaño que hubiera tenido en 1917. Muchos trabajadores y militantes habían ido abandonando durante la guerra sus fábricas para unirse al ejército rojo; una importante cifra, que jamás regresaría. Otros, que se estaban enfrentando al desempleo y a la carestía, habían vuelto a sus familias, en sus hogares, en el campo, donde al menos les aguardaba un modesto trozo de tierra mediante el cual poder alimentarse. Los Soviets, en definitiva, se habían ido vaciando.

Los Bolcheviques, por otra parte, no podían limitarse a abandonar el poder, lo cual habría dejado manos libres a la antigua clase dominante para desbaratar todo atisbo de organización que de la clase obrera había surgido. Con lo cual su alternativa no era otra que aferrarse aún al poder, y aguardar, ante un posible empuje revolucionario desde el oeste.

Ante este panorama, la economía, que poco a poco, se había ido viendo mermada, y relegada a la bancarrota, estaba agudizando la crisis, en buena parte desatada por la guerra.

Esto hizo aumentar el cariz de los problemas, derivados de la misma hambruna, que llevaron a la muerte por inanición y enfermedades a miles de personas, que habían dejado de tomar parte en el poder organizado por los Soviets, generando una situación de malestar generalizado, cuyas respuestas no podían hacerse esperar.

En marzo de 1921 se produjo la Rebelión de los Marinos en la base naval de Kronstadt, en las afueras de Petrogrado, donde tomaron un papel fundamental militares de tendencia anarquista, algunos de los cuales hablaban de una "tercera revolución".

No obstante, aunque considerada como contrarrevolucionaria, y finalmente reprimida, fue uno de los principales elementos que condujeron al instante, en el mismo mes, al reemplazo de la política económica, adoptada durante el desarrollo de la guerra civil, denominada comunismo de guerra, por la llamada Nueva Política Económica (abreviada como NEP), en un intento por reconstruir la industria y especialmente la agricultura, y con ello finalmente la maltrecha economía, mediante la sustitución de la requisa de grano, por parte del campesinado, por un impuesto que alentase al crecimiento, y producción del mismo. A su vez, una parte de la propiedad privada fue reestablecida. Con ello, las nuevas posibilidades de comercio privado y manufactura a pequeña escala, permitían el surgimiento de una clase comerciante de hombres de negocios, que condujo a una recuperación de la economía.

Este viraje de la política económica, que rompía con el desastre, guardaba relación con el reflujo internacional de la revolución socialista, que no iba haciendo más que verse retrasada u obstaculizada, en Estados de un peso económico central, como Alemania, en el extranjero, y la necesidad de adaptarse a varios años de estabilidad capitalista cara al comercio exterior, medida esta, no obstante, planteada de un principio como de corto plazo o transitoria, y en ningún momento como una reconciliación con el capitalismo.

Lenin seguía esperando que una revolución en algún otro país permitiese levantar el asedio al que Rusia se iba viendo relegada como Estado socialista, elemento que considera central, como queda reflejado en sus escritos, ya que, para él, el proceso puesto en marcha por la revolución no debía culminar una vez llevada a cabo ésta, sino continuar prosperando, a través de sucesivas fases o etapas, en las que poco a poco fuera viéndose superada la dependencia de las antiguas infraestructuras de poder y gestión heredadas del antiguo Estado capitalista, lo que se vería enormemente obstaculizado, cuando no imposibilitado, en caso de verse relegado el socialismo a un único país aislado (como cada vez estaba más próximo a serlo Rusia).

Ello se vio reflejado en la Internacional Comunista, en cuyo tercer congreso, Lenin difundió sus tesis contra lo que llamó la enfermedad infantil del "izquierdismo" en el comunismo y logró la aprobación de una política por la unidad del frente de los trabajadores. Otro punto de inflexión en la historia de la Revolución guiada por Lenin fue la rebelión anarquista de Néstor Majnó en Ucrania, que muchos autores han catalogado como "la revolución contra Lenin".

Cuando Lenin falleció, había dejado tras de sí un país arrasado, y los cimientos de la participación, los Soviets o consejos obreros, que habían convertido el centralismo económico, mediante la organización y participación directa, en un verdadero sistema democrático de control y ejercicio de la gestión y del poder, habían perdido su anterior influencia, dando paso a la burocratización de los mismos, y a la instauración, tras el surgimiento de la Unión Soviética (ó URSS) de un régimen totalitario, totalmente antidemocrático y contrario al espíritu socialista y progresista de la revolución, con Iósif Stalin como abanderado.

Dicho nuevo sistema ha sido conocido por muchos de sus críticos, especialmente a la izquierda, como estalinismo o capitalismo de Estado (Tony Cliff), así como también se lo ha denominado Estado obrero degenerado o socialismo realmente existente (términos estos últimos un tanto más imprecisos, pero considerablemente extendidos).

Su prematura muerte

La salud de Lenin había sido severamente dañada por el intolerable estrés de la revolución y la guerra. El intento de asesinato se unió a sus problemas de salud. Aún llevaba la bala en el cuello, demasiado cerca de la espina dorsal para ser extraída por las técnicas quirúrgicas de aquella época. En mayo de 1922, Lenin tuvo un primer infarto. Se quedó parcialmente paralizado (en su lado derecho) y su papel en el gobierno declinó. Tras su segundo infarto en diciembre del mismo año, se retiró de la actividad política. En marzo de 1923, tras sufrir el tercer infarto quedó postrado en la cama sin posibilidad de hablar.

En los últimos años de vida estrechó lazos con Trotski en el combate contra las tendencias burocráticas que empezaban a expresarse dentro del partido y en la sociedad toda, especialmente encaró una ofensiva contra Stalin en su intento por abolir el monopolio del comercio exterior, y en su política agresiva contra las nacionalidades históricamente oprimidas por el imperio Zarista (Georgia).

Lenin murió el 21 de enero de 1924.

Tras su muerte se originaron rumores sobre que sufría de sífilis.

La causa oficial que se dio sobre la muerte de Lenin fue arterioesclerosis o infarto cerebral (el cuarto), pero de los 27 médicos que le trataron, sólo ocho firmaron las conclusiones de la autopsia.

De esta forma se dio pie para que surgieran otras teorías sobre su muerte. Por ejemplo, un análisis postmortem hecho por dos psiquiatras y un neurólogo recientemente publicado en la Revista Europea de Neurología afirmaba demostrar que Lenin murió realmente de sífilis.

Documentos desclasificados tras la caída de la Unión Soviética, junto con las memorias de los médicos de Lenin, sugieren que fue tratado de sífilis ya en 1896.

Estos documentos también sugieren que a Alekséi Ivánovich Abrikósov, el patólogo a cargo de la autopsia, se le ordenó probar que Lenin no murió de sífilis. Abrikósov no mencionó la sífilis en la autopsia, sin embargo, el daño vascular, la parálisis y otras incapacitaciones que citó eran típicas de la sífilis. Tras una segunda publicación del informe de la autopsia, ninguno de los órganos, arterias principales o áreas del cerebro usualmente afectadas por la sífilis eran citadas.

En 1923, los doctores trataron a Lenin con arsénico, la única droga usada entonces de forma específica para tratar la sífilis, y con yoduro de potasio, que también era típico en el tratamiento de esta enfermedad.

Aunque probablemente tuvo la sífilis, también la tenía por entonces una considerable parte de la población rusa de la época.

También es cierto que no tenía las lesiones visibles en su cuerpo que acompañan a las últimas fases de la enfermedad.

La mayor parte de los historiadores aún están de acuerdo en que la causa más probable de su muerte fue un infarto producido por la bala alojada en el cuello desde su intento de asesinato.

Trotski, por otra parte, en uno de sus libros plantea otra hipótesis sobre la muerte de Lenin, acusando a Stalin de ser su gestor. En esta tesis, Stalin habría envenenado a su viejo mentor por intermedio de Yagoda.[9] Hasta la fecha no hay evidencia sólida que respalde la idea de Trotski.

La ciudad de Petrogrado fue renombrada Leningrado en su honor; nombre que la ciudad conservó hasta la caída de la Unión Soviética en 1991, cuando (votado en plebiscito) recobró el viejo nombre de la época imperial, San Petersburgo.

Tras su primer infarto, Lenin publicó una serie de papeles indicando las directrices futuras para el gobierno. El más famoso de ellos es el Testamento de Lenin, en el cual entre otras cosas critica a comunistas de alto rango como Lev Trotski y Iósif Stalin.

De Stalin, que era Secretario General del Partido Comunista desde abril de 1922, Lenin decía que tenía la «autoridad ilimitada concentrada en sus manos» y sugería a los camaradas sacar a Stalin de este puesto.

Sobre Trotski dijo: "quizá sea el hombre más capaz del actual Comité Central, pero está demasiado ensoberbecido y demasiado atraído por el aspecto puramente administrativo de los asuntos". También advierte del peligro de que las disputas entre los dirigentes ya citados condujeran a una escisión.

También pedía un mayor respeto hacia las naciones no rusas federadas en la URSS, afirmando que no hacer esto podría conducir a una actitud imperialista y, por tanto, incoherente.

En contra de los deseos expresados por Lenin antes de su muerte de que no se construyeran memoriales en su nombre, varios políticos trataron de mejorar su propia posición asociando su imagen a la de Lenin tras su muerte. El personaje fue elevado a un estatus casi místico, construyéndose estatuas, monumentos y memoriales en su honor.

En la Plaza Roja de Moscú se edificó en 1924 el llamado Mausoleo de Lenin junto a los muros del Kremlin donde reposan sus restos mortales embalsamados.

Allí ha permanecido la momia de Lenin desde el 1 de agosto de 1924 a excepción de 1.360 días durante la II Guerra Mundial, cuando fue evacuado a Tiumén, en Siberia.

El mausoleo está abierto al público y, durante décadas, eran frecuentes las colas para rendir visita al cadáver momificado del fundador de la Unión Soviética.

A raíz de la desaparición de la URSS, algunos partidos políticos y diversas personalidades rusas -Mijaíl Gorbachov, entre ellas-, han pedido el desmantelamiento del mausoleo y que los restos de Lenin sean enterrados.

Estas iniciativas no han recibido hasta la fecha el apoyo del Gobierno de la Federación Rusa -y sobre todo del Parlamento- y el mausoleo sigue abierto a las visitas, aunque el apoyo de la población al mantenimiento de este mausolea va descendiendo: si en 2000 los defensores del mausoleo ascendían al 82%, mientras los que se oponían él eran el 44%, los datos de 2007 arrojan una relación de 64% a favor y 34% en contra.[10]

El estudio del cerebro de Lenin

El cerebro de Lenin fue extraído antes de embalsamar su cuerpo. Los gobernantes soviéticos contrataron a un conocido neurocientífico alemán, Oskar Vogt, para estudiar el cerebro de Lenin y localizar las células cerebrales responsables de su genio. Con este propósito se creó el Instituto del Cerebro en Moscú. Vogt publicó un artículo sobre el cerebro en 1929 donde exponía que algunas neuronas piramidales en la tercera capa de la corteza cerebral de Lenin eran muy largas. A pesar de ello, la conclusión de su relevancia en el genio de Lenin fue mal recibida. El trabajo de Vogt fue considerado poco satisfactorio por los soviéticos. Posteriormente el equipo soviético continuó efectuando investigaciones, pero estos trabajos sobre el cerebro de Lenin ya no fueron publicados.

Los anatomistas contemporáneos no creen que la morfología del cerebro por sí misma pueda determinar su funcionalidad.
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