Usualmente negrillas y subrayados son nuestros.

viernes, 21 de octubre de 2011

Raíces históricas de la contraloría fiscal

*
Las negrillas, sangrías, supresión y separación de algunos párrafos son nuestros para efectos de estudio.

Fragmento, tomado de:


LAS RAICES: EL DERECHO ROMANO

En las Civitas romana (monarquía) se encuentran la Comisión por Curia y el Colegio de los Pontífices.
La primera, cuya verdadera y específica función era "ser un órgano de contralor y decisión de actos que si bien pertenecientes a la esfera privada, tenían importancia social"[5] es ciertamente el inicio de un control político-social en manos de los ciudadanos (privado).
La segunda, el Colegio de los Pontífices, presidio por le Pontífice Máximo, era árbitro de lo divino y lo humano, tenía variadas funciones: ejercía el contralor de los distintos cultos privados y, en especial, del culto público; llevaba los archivos religiosos donde constaban los acontecimientos más notables relativos a la vida del Estado; redactaba el calendario y emitía dictamen en lo referente a la adopción de las personas y a los testamentos; interpretaba el derecho de la época; respondía a consultas de tipo jurídico; proporcionaba las fórmulas procesales[6].

Nótese dos cosas.

Primera, en esa época de la Civitas no es posible encontrar la separación técnica que actualmente se hace entre política, religión, derecho y economía, pues la realidad era una sola: La Civitas
.

Segunda, hay enorme parecido con lo que hoy se conoce como fiscalización pública y privada, archivos sobre acontecimientos, emisión de dictamen y procedimientos jurídicos.

En la República Romana aparecen, entre los distintos órganos políticos fundamentales, las Magistraturas, las cuales "significaban una apertura hacia la ordenación institucional más democrática, que no se concebía en la época real, y su importancia se vio acrecentada por la incidencia que tuvieron en el desarrollo del derecho y en la resolución del problema social que ofrecía Roma desde sus tiempos más arcaicos"[7].

Entre esas magistraturas las más importantes y estables fueron el Consulado, la Pretura, la Cuestura, la Edilidad Curul y el Tribunado de la Plebe; y dos de carácter transitorio, la Censura y el Visado.

La Censura, a cargo del Censor, era una magistratura la cual "apareció en la época en que Servo Tulio creó el Censo como elemento fundamental para hacer práctica su reforma, pero alcanza el rango magistratural sólo en tiempos de la República, al heredar el Censor las funciones relativas a las operaciones censales atribuidas en un principio a los Cónsules"[8]; su mayor rango lo alcanzó cuando recibió la función de la cura morum, "la cual daba a los censores el poder de decidir acerca del honor de los ciudadanos (extimatio), con lo que estaban facultados, mediante la aplicación de una nota censoria o tacha de infamia, a trasladar a una persona, como menos honorable, de las centurias de caballeros a las de infantes y, tal vez, a excluirlo del cumplimiento del servicio militar y aún del ejercicio del sufragio"[9].

El Visado, a cargo del Visador, tenía como función reconocer o examinar un instrumento poniéndole el visto bueno con el fin de darle validez y autenticidad.

Es importante subrayar acá la autoridad propia cuyo poder especial consistía en examinar, investigar y reconocer, la capacidad certificante mediante la cual se da un dictamen favorable (visto bueno) o adverso (nota censoria o tacha de infamia).

En el Imperio Romano las magistraturas republicanas mantuvieron lo esencial de sus poderes, excepto la Censura y el Visado cuyas funciones fueron asumidas por los emperadores. Sin embargo, aparece en esta época una verdadera legión de funcionarios imperiales que actuaban como delegados del emperador para el ejercicio de unas funciones especializadas.
Sobresalen el Concejo Imperial, los prefectos, los procuradores, los curadores, los legati, los auditores los interventores y los fiscalizadores.
Los procuradores ejercían cargos de tipo administrativo de la hacienda pública; los auditores recibían las apelaciones contra las sentencias pronunciadas; los intervenidores o interventores tomaban parte en un asunto intercediendo o condenando; y los fiscalizadores eran los encargados de promover los intereses del físco (tesoro del Estado, conjunto de bienes públicos; a diferencia de la hacienda, patrimonio del emperador) averiguando o delatando las operaciones de los particulares.

En este punto conviene dejar claro cómo este nuevo grupo tenía una autoridad que no era propia sino delegada por alguien superior, lo cual les daba el carácter de funcionarios, para ejercer un oficio técnico o especializado (oír, mediar, delatar) dando no un dictamen (sentencia) sino una opinión (favorable o adversa), actuando como parte de un grupo (tribunal colegiado).

Con la caída del imperio, el Derecho Romano y con éste sus procesos e instituciones, ocupó un lugar secundario debido a que los germanos (el pueblo bárbaro de los longobardos) impusieron su derecho nacional.

Sólo hasta el Renacimiento el que se despertó un gran entusiasmo por el estudio de la antigüedad griega y romana, se inició el llamado fenómeno de la recepción del Derecho Romano por las culturas occidentales, incluyendo la alemana[10].

Merece especial consideración, para el presente estudio, lo que ocurrió en Francia, España e Inglaterra.

Francia, dividida en norte y sur, vivió el fenómeno de dos maneras distintas. El sur, que formaba parte del Imperio Romano desde la caída de Julio César, aplicó el Derecho Romano después de la caída del Imperio de Occidente por intermedio del Brevario de Alarico. El norte, con gran población germánica, persistió en el derecho consuetudinario germánico reconociendo el valor territorial de la costumbre. Esta separación tuvo fin con el Código Napoleónico de 1804.
Desarrolla especialmente las figuras del Comisario y del Contralor.
España, conquistada por Roma, recibió de ésta sus sistema jurídico de Derecho escrito; invadida por los pueblos germanos inspiró su derecho en las costumbres de estos pueblos; y convertida al catolicismo recibió de la Iglesia el Derecho Canónico.

La identidad jurídica española, elaborada por Alfonso X El Sabio en 1256 y escrita en Las Siete Partidas, es una mezcla de estas tres corrientes de Derecho.
Desarrolla con especial énfasis las figuras del Revisor y del Censor.
Inglaterra fue el único país que se resistió al fenómeno de la recepción del Derecho Romano y, colocaba bajo la éjida del Common Law, dió origen al segundo gran sistema jurídico, el Derecho Anglosajón, opuesto al Derecho Romano.
La figura del Auditor recibe en este sistema un desarrollo particular.
La Revisoría Fiscal en Colombia es producto de la confluencia del derecho napoleónico, el desarrollo español y el derecho anglosajón con primacía del segundo de éstos.

Entender este marco etiológico es necesario para una correcta comprensión de la historia de la Revisoría Fiscal (...) pues es gratuito afirmar que se trata de algo único en el mundo (teoría de la isla), como también es gratuito señalar que por cuanto en otras latitudes es así aquí también tiene que serlo (teoría del universalismo de la técnica). Cuál es la dosis adecuada de cada uno de estos componentes es algo todavía por definirse.

De todas maneras, hay algunas cosas claras:

1. Desde el origen de la misma vida ciudadana se percibe la necesidad de un control político-social en manos de los ciudadanos sobre las instituciones de éstos: control privado de una acción con efectos públicos como lo es especialmente la relación económica.

2. El control se basa en un examen o investigación realizada por autoridad propia o delegada.

3. Si la autoridad es propia, se puede emitir un dictamen (juicio, sentencia); pero si es delegada, sólo podrá dar una opinión (favorable o adversa): capacidad certificante.

4. En la medida que las funciones son específicas, éstas solo pueden ser desarrolladas por técnicos especializados: funcionarios encargados, esto, es, personas a quienes se les da un cargo para que desarrollen ciertas funciones.

5. La evolución de las instituciones políticas acarrea transformaciones radicales en los procedimientos e instituciones de control: así como cambia la organización social deben modificarse y adecuarse los mecanismos de control.
*

sábado, 16 de julio de 2011

Los Imperios Feudales y el Desarme Mundial

*
Los Imperios Feudales y el Desarme Mundial
Por: Dr. Joaquín Hernández Callejas (1915-2000)

Los imperios feudales de Pipino El Breve y de su hijo Carlomagno, en Francia; los ingleses de los Tudor y de los Estuardo; el español de los Reyes Católicos; los germánicos de los Federicos respaldados por los "hungers"; el austro-húngaro de los Habsburgo; se mantuvieron en paz gracias a sus poderosos ejércitos armados hasta los dientes que sin misericordia reprimían cualquier manifestación de descontento por parte de los pueblos oprimidos, humillados y explotados. Al concluir la Guerra de los Treinta Años suscitada entre las potencias feudales católicas y protestantes de la Europa Central y Nórdica se firmó en Westfalia en 1648 una paz que tuvo varios años de duración hasta que fué interrumpida por las Guerras Napoleónicas encaminadas a la instauración de regímenes afines con los ideales liberales de la Revolución Francesa de 1789. Las testas coronadas de la la Europa feudal se aliaron y derrocaron el Imperio Francés de Napoleón I en la Batalla de Waterloo, en Bélgica, en el año de 1814 y Napoleón fué desterrado a la isla de Santa Elena, una diminuta isla del Atlántico sur, donde murió en el año de 1818.

A raíz de los sucesos de la Revolución Francesa, de las guerras napoleónicas y de la derrota de Napoleón I, se celebró en 1815 en Viena, capital del Imperio Austro-Húngaro un Congreso de Naciones, interesadas en los problemas de la paz y de la guerra. En dicho Congreso se acordó la restauración de la Monarquía hereditaria de los Borbones en Francia y la liberación de los territorios conquistados por Napoleón; la devolución de las tierras expropiadas y por primera vez en el plano internacional, se discutió el problema del desarme de todas las Naciones para vivir en paz y buscar el progreso.

Desde entonces el problema del Desarme es obligatorio entre las grandes potencias que se reúnen para dirimir por la vía diplomática sus respectivas diferencias y salvaguardar sus particulares intereses. La idea que ha predominado en estos solemnes cónclaves de la política internacional es el reparto del mundo en zonas de influencia o en colonias, todas las cuales sufren por igual los efectos lesivos de la política imperialista.
*
*

Nota sobre el Imperio Romano

*
Una nota sobre el Imperio Romano

Por: Dr. Joaquín Hernández Callejas (1915-2000)

Es sabido que en el antiguo Imperio Romano se mantuvo una "paz perpetua" o "permanente" gracias a que los Césares imperiales mantenían en constante actividad a treinta legiones de hombres armados que acudían a todas partes a sofocar cualquier intento de rebelión. Treinta legiones divididas cada una de ellas en diez batallones de infantería y diez batallones de caballería compuesto cada uno de estos batallones con diez mil hombres de a pié y diez mil hombres de a caballo, en total una suma de seiscientos mil hombres. Unos iban a Inglaterra e Irlanda, otros a las Galias (Francia), a Germania (Alemania), a la Iberia (España), a Egipto, a Judea, a Persia, es decir, a todos los confines del mundo conocido entonces.

Sin embargo el Imperio Romano se murió de consunción interna, es decir que se consumió en sí mismo. La excesiva saturación de esclavos, o mejor dicho, la desmesurada proliferación de la esclavitud, base de la economía del sistema, colmó la medida de su control, que hizo imposible su mantenimiento y su sometimiento: los esclavos se rebelaron clamando su manumición y se impuso, entonces, el régimen de servidumbre que dió origen al sistema feudal.
*

miércoles, 13 de julio de 2011

Bases del denominado Socialismo del Siglo XXI

*

El concepto de "socialismo del siglo XXI", puede verse desde dos ópticas: como sustantivo y como adjetivo calificativo. Como sustantivo se refiere a una situación real histórica: la realidad del socialismo, como movimiento y como economía y sociedad, en la era post soviética, por extensión. Como adjetivo calificativo, el concepto se refiere a una corriente de pensamiento desarrollada por el sociólogo Heinz Dieterich, que cobró tonalidades de definición de una realidad total, al ser usado por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela en el Foro Social Mundial, en el 2005, para definir el esfuerzo venezolano en la construcción del socialismo.

A continuación una vieja y siempre nueva, como decía un destacado maestro de mi secundaria, entrevista que destaca los elementos principales del calificativo "socialismo del siglo XXI".

Las negrillas son nuestras para efectos de estudio.

Tomado de:


P. Profesor Dieterich, ¿Usted inventó el concepto “Socialismo del Siglo XXI”?

R. Sí. Lo elaboré a partir de 1996. Fue publicado junto con la teoría correspondiente en forma de libro, a partir del 2000 en México, Ecuador, Argentina, Centroamérica, Brasil, Venezuela y, fuera de América Latina, en España, Alemania, la República Popular de China, Rusia y Turquía. Desde el 2001 ha sido asimilado en todo el mundo. Presidentes como Hugo Chávez y Rafael Correa lo utilizan constantemente, al igual que movimientos obreros, campesinos, intelectuales y partidos políticos.

Junto con la teoría del socialismo del siglo XXI avancé la teoría de la transición latinoamericana que se plasmó en conceptos claves como el Bloque Regional de Poder (BRP), también ya de uso generalizado en América Latina. En cambio, el concepto Bloque Regional de Poder Popular (BRPP) fue propuesto por un amigo venezolano, Douglas Pérez, en una reunión de trabajo hace tres meses.

P. En síntesis: ¿en qué consiste este nuevo socialismo? (Nota nuestra: con más precisión debería decirse, "¿en que consiste esta nueva corriente de pensamiento socialista?")

R. Dicho en una frase: En que las mayorías tengan el mayor grado de decisión históricamente posible en las instituciones económicas, políticas, culturales y militares, que rigen su vida.

P. Hay políticos e intelectuales de izquierda que dicen que nadie sabe como construir el socialismo. ¿Por qué Usted sostiene lo contrario y por qué el Presidente Chávez pretende construir lo imposible?

R. Porque esa afirmación es plenamente falsa. Y por más que se repita, sigue siendo falsa. La ciencia contemporánea no deja ninguna incógnita sobre lo que es el socialismo del siglo XXI, o su diferencia con el capitalismo contemporáneo y el socialismo histórico. Y tampoco, como hay que construirlo hoy día. Es, simplemente, una posición epistemológica equivocada.

P. A su juicio, ¿ha habido algún país socialista en la época moderna?

R. Depende de los criterios que se usen para tal juicio. Como científico economista y sociólogo, prefiero los parámetros que utilizaron Marx y Engels: economía de valor y democracia participativa. Y bajo esos criterios no ha habido una sociedad socialista desde la Revolución Francesa, aunque sí, muchos heroicos y trágicos intentos de lograrla.

P. ¿Hay condiciones para implementar el socialismo del siglo XXI en Venezuela?

R. Sí, ahora sí las hay. Menciono solo algunos. Dos tercios de la población votaron por el Presidente con pleno conocimiento de su bandera del Socialismo del Siglo XXI. Esto es un mandato sustancioso de los ciudadanos. El avance del sistema educativo, económico y de la conciencia del pueblo han sido notables. La integración latinoamericana y la destrucción de la Doctrina Monroe parecen ya imparables. Las Fuerzas Armadas ahora son confiables y tres sectores claves de la economía nacional están en manos del gobierno: el Estado, PdVSA-CVG, y más de cien mil cooperativas.

P. ¿Cuál sería el paso decisivo que tendría que dar el Presidente para llegar al Socialismo del Siglo XXI en Venezuela?

R. Son dos: 1. reemplazar gradualmente el principio regulador de la economía de mercado, el precio, por el principio regulador de la economía socialista, el valor, entendido este como los insumos de tiempo (time inputs) necesarios para la generación de un producto; 2. avanzar la participación económica de ciudadanos y trabajadores en tres niveles: 1. en lo macroeconómico (p.e., el presupuesto nacional); 2. en lo mesoeconómico (municipio) y, 3. en lo microeconómico (empresa).

P. ¿La economía del socialismo del siglo XXI es, entonces, un trueque?

R. No, esto es tan erróneo como la afirmación de que nadie sabe como construir el socialismo del siglo XXI. El problema de la injusticia económica no reside en el dinero. No tiene que ver con que una economía sea monetarizada o si funciona con el intercambio en especie (por permuta). En la relación explotativa entre el esclavo y el amo, una vez amortizado el pago inicial, no interviene el dinero, y es una de las más brutales que conoce la historia.

Injusticia existe, cuando se intercambia un producto “A” por un producto “B”, y sus valores ---el tiempo laboral necesario para producir cada uno de ellos--- no son iguales; es decir, cuando no se cambian equivalentes. Si se monetariza ese intercambio de valores desiguales (esfuerzos laborales desiguales), es decir, si se expresa en forma monetaria o natural, es secundario.


P. ¿Cuál sería, entonces, el paso decisivo del Presidente?


R. No es la estatización generalizada de la propiedad privada, porque no resuelve el problema cibernético del mercado. No lo hizo en el pasado y no lo haría hoy.

El socialismo hoy día es esencialmente un problema de complejidad informática.

De ahí, que el paso trascendental consiste en establecer una contabilidad socialista (valor) al lado de la contabilidad capitalista (precio), en el Estado, en PdVSA-CVG, y en las cooperativas, a fin de construir un circuito económico productivo y de circulación paralelo al de la economía de mercado capitalista.

La economía de las entidades estales y sociales puede desplazarse paso a paso hacia la economía de valor y ganándole terreno al circuito de reproducción capitalista, hasta desplazarlo en el futuro.
Dado que las escalas de valorización por precios, valores y también volúmenes, son comensurables, no hay rupturas en los intercambios económicos que podrían causarle un problema político al gobierno.
En todo esto juegan un papel importante el Estado y las mayorías, pero ambas están hoy día mayoritariamente con el proyecto del Presidente.
Generar este circuito paralelo de la economía de valor sería relativamente fácil, porque los valores existen en forma subyacente en la actual contabilidad capitalista.
De tal manera, que con el desarrollo de un software respectivo sería muy fácil establecer este circuito económico socialista al lado del capitalista.

Sin este paso a la economía de equivalencia, no hay posibilidad de tener una economía socialista.
*