Usualmente negrillas y subrayados son nuestros.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Visión Neoliberal del Estado

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NEOLIBERALISMO Y ESTADO SOCIAL DE DERECHO

Oscar A. Fernández O.

“La oferta socializadora del capitalismo consiste en el retroceso incondicional del ser humano para postrarlo ante la ley del valor y las decisiones del mercado”. Heinz Dieterich.

En 1947, Friedrich Hayek, economista de la Escuela Austriaca y premio nobel de economía, convocó en MontPelerin, Suiza, a un conjunto de ideólogos y economistas entre los que destacaban Milton Friedman, Karl Popper, Ludwig von Misses, Walter Lippman, Karl Polanyi, Salvador de Madariaga, entre otros, dando origen a la "Sociedad de MontPelerin", una suerte de logia secreta, que se reunía a partir de entonces, cada dos años. De aquí nacería la idea de un nuevo liberalismo, como salida a lo que estos ideólogos llamaron el fracaso del “Estado de Bienestar”, en la primera gran crisis del capitalismo mundial.

A partir de aquí, las estrategias del capital transnacional evolucionaron hacia la incorporación de nuevas tecnologías, la descentralización y deslocalización productiva y la flexibilización del mercado de trabajo. El creciente déficit público derivado del estancamiento económico y el aumento del gasto estatal justificaron los recortes en protección social y privatización de empresas y servicios públicos. Junto a los cambios organizativos y productivos, de diferente ritmo e intensidad en cada país, estos procesos propiciaron la segmentación laboral y el aumento de las diferencias en el interior de la población asalariada. La historia se repite, pero hoy la magnitud de la tragedia amenaza la civilización humana tal y como la conocemos. Así se desvanece el capitalismo con “rostro humano”.

El neoliberalismo es uno de los discursos referenciales a la hora de explicar y comprender la realidad no solo de América Latina, sino del mundo. Empero de ello, la referencia a la “larga noche neoliberal” amerita un proceso de reflexión, análisis y discusión sobre lo que verdaderamente significa el neoliberalismo. Se ha cuestionado tanto al neoliberalismo que su mención ha pasado a ser un tópico, es decir, un tema sobre el cual todo el mundo habla pero pocos lo comprenden. Sin embargo, la razón neoliberal lo abarca casi todo. Es un discurso fuerte, sólidamente estructurado y epistemológicamente fundamentado. Se piensa al discurso neoliberal en sus coordenadas económica, mas el neoliberalismo no es solo economía, es política, sobretodo geopolítica y también bío-política.

La referencia al Estado social de derecho se ha convertido casi en un tópico en el debate político en América Latina. Se considera que, casi por definición, el Estado debe garantizar el pleno ejercicio de los derechos detodas las personas. Si hay algo que no se discute es, precisamente, el carácter que tendría el Estado como garante de los derechos cardinales. Sin embargo, una mirada más atenta nos demuestra que tras la utilización del concepto “Estado social de derecho”, en realidad se inscribe una de las transformaciones políticas más profundas y radicales provocadas por el neoliberalismo. Con este concepto, el neoliberalismo se convierte no solo en un proyecto económico sino, y en lo fundamental, en un proyecto político e histórico.

Si se le pide al Estado que sea un “Estado de derecho”, es porque se desconfía del Estado. Si se exige que conste en el marco constitucional la caracterización del Estado como “Estado de derecho” (con todos los adjetivos y variantes que puedan constar en el medio, como: social, constitucional, democrático, etc.), es porque se ve al Estado como una amenaza a la libertad fundamental de los individuos. El Estado debe ser construido sobre la desconfianza, el temor, la suspicacia de la sociedad civil, porque se trataría del ámbito de coerción, limitación, violencia, y de un poder desmesurado pero inevitable. Es el retorno a la visión hobbesiana del Estado, en el que éste era visto como el Leviatán, el monstruo marino del que habla la Biblia. Una visión en la que los hombres buscan imponer su interés egoísta y en la cual el hombre se convierte en lobo del hombre, para utilizar la pesimista metáfora de Thomas Hobbes.

Nada que ver con la idea del Estado como representante del “interés general” que expresaba un acuerdo expreso de individuos libres, iguales, racionales y autónomos según la idea de los iluministas. Nada que ver con la idea de la “soberanía limitada” de los liberalistas ingleses.
Para los neoliberales, el Estado siempre es una amenaza y debe, por tanto, ser regulada y constreñida al máximo. En la distopía del neoliberalismo, el Estado debe desvanecerse poco a poco, hasta que quede solamente su cáscara de represión y uso legítimo de la violencia para proteger los derechos de propiedad y el cumplimiento de los contratos. Todo lo demás será realizado por la vía de los mercados. Por ello se le exige de entrada que se comprometa con el respeto a los derechos fundamentales, sobre todo con el derecho a la propiedad. Por ello, esa desconfianza en lo que pueda o deba hacer el Estado. Así, desde el Estado social de derecho, desaparece esa noción de lo público como el interés de todos, y de la planificación como una racionalización de la producción, la distribución y el consumo, y en su lugar permanece la racionalidad del interés egoísta de los consumidores como reguladores de la sociedad por la vía de los mercados.

Este concepto del Estado social de derecho vino en el equipaje de las reformas políticas, económicas e institucionales del FMI y del Banco Mundial. Al parecer, vino para quedarse. Es curioso, y una paradoja de la historia, que algunas corrientes de izquierdas,adscriban y ratifiquen la noción neoliberal del Estado social de derecho y, al mismo tiempo, se declaren en contra del modelo neoliberal.

La defensa a ultranza del derecho de propiedad, como el derecho por excelencia, prioritario por sobre los derechos de los pueblos, es revelador del sustrato ideológico que le sirve de base a las fuerzas derechistas. Se defiende un derecho individual, por encima de los derechos colectivos, se defiende al egoísmo frente a la nobleza y la solidaridad. Aun cuando se piense que se debe garantizar y proteger el derecho de propiedad, este no puede ser superior a derechos que pertenecen a la colectividad como un todo. Considerar que se tiene el derecho a usar y abusar de la propiedad, aun en perjuicio de nuestro prójimo es reflejar una posición inconcebible en pleno siglo XXI.

Para el neoliberalismo, el Estado debía ser un Estado «mínimo», lo que sig­nificaba al menos cuatro cosas: primero, que dejara de encargarse de la pro­ducción de determinados bienes básicos relacionados con la infraestructura económica; segundo, que desmontara el Estado de Bienestar, es decir, el sistema de protección a través del cual las sociedades capitalistas modernas buscan corregir la ceguera del mercado en relación con la justicia social; tercero, que dejara de inducir la inversión productiva y el desarrollo tecnológico y científico (que dejara de liderar una estrategia nacional de desarrollo); y cuarto, que dejara de regular los mercados y, sobre todo, los mercados financieros, para que se auto regularan. El estribillo político fue la desregulación de los mercados.

Actualmente, a raíz del impacto negativo de las políticas neoliberales a nivel internacional y de las crecientes críticas a esas políticas por los más amplios sectores políticos y sociales, desde ladécada de los noventa, empezaron a cobrar fuerza las tesis del neoinstitucionalismo (o del "nuevo institucionalismo"). (J. Estrada: 2004)

Independientemente de estas valoraciones críticas, la teoría y las propuestas de política de corte neoinstitucional vienen desempañando una función de legitimación de las nuevas tendencias de política estatal social, en el proceso actual de la reestructuración del capitalismo; así mismo, sirven de sustento para desarrollar las nuevas configuraciones de la acumulación de capital. Debemos reparar cuidadosamente en esto, para proyectar una alternativa verdaderamente anti capitalista.
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viernes, 6 de septiembre de 2013

SIRIA

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Las negrillas son para efectos de estudio.
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SIRIA Y LOS MOTIVOS DEL LOBO.

“America does not at the moment have a functioning democracy,”
Jimmy Carter

Oscar A. Fernández O.

Los más grandes proveedores de la violencia en el mundo se presentan como los más grandes consignatarios de los “derechos humanos” en el mundo. Ni una palabra sobre las consecuencias reales de un ataque. La administración Obama promete implícitamente al pueblo estadounidense que sólo sirios sangrarán en esta nueva "guerra". Con esta promesa esperan que el pueblo no se levante contra un gobierno que comete crímenes de guerra en su nombre.

El gobierno sirio recibió una solicitud formal de Naciones Unidas el sábado 24 de agosto para permitir el acceso de un equipo de inspectores a los suburbios de Damasco, para determinar si se habían utilizado armas químicas. El gobierno sirio concedió el permiso al día siguiente, domingo 25 de agosto. (Brian Becker)

Funcionarios de la administración Obama declararon de inmediato que las inspecciones ya no importaban porque el gobierno sirio había retrasado el acceso de los inspectores de armas de la ONU al sitio. De hecho, altos funcionarios de Estados Unidos llamaron al Secretario General de la ONU, Ban Ki -Moon, el 25 de agosto (cuando Siria acordó que los inspectores podían hacer la visita) exigiéndole que cancelara las inspecciones de armas porque ya "no tenían sentido" (Wall Street Journal, 26 de agosto 26)

Después de meses de campaña sistemática de intoxicación informativa y manipulación mediática, encaminada a presentar una imagen criminal del gobierno del partido Baaz y a los terroristas islamistas como cándidos opositores, las últimas declaraciones de representantes del gobierno de EEUU apuntan a un próximo ataque contra Siria por parte de una alianza de países imperialistas, pese al veto de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Tanto la Coalición Nacional Siria (CNS), como el Ejército Sirio Libre (ESL), nacieron fuera del país y están conformados en sus direcciones, mayoritariamente, por sirios que no vivían en Siria, miembros de Organizaciones No gubernamentales y Fundaciones ligadas a los servicios de Inteligencia tanto de Estados Unidos como de otros países, como se ha demostrado en varias ocasiones. La “tropa” está formada- en una mayoría- por mercenarios de Al Qaeda nada menos que bajo control de la OTAN. Lo cual es fácilmente comprobable.

El secretario de Estado, John Kerry, salió ante la prensa para desvelar parte de la información que la Inteligencia estadounidense (CIA) dice que maneja y que según la cual Damasco ha empleado en numerosas ocasiones armas químicas, la última la semana pasada. "Sabemos que el régimen de Bashar al Asad tiene el programa de armas químicas más grande de Oriente Medio y sabemos que las ha utilizado contra su propia gente", enfatizó el jefe de la diplomacia estadounidense, que acusó al "matón y asesino" Al Asad de cometer "crímenes contra la humanidad" (publico.es 30 de agosto de 2013)

Con el fin de consolidar su poderío militar y económico, la maquinaria bélica imperial, personificada en los gobiernos de los EE. UU, Inglaterra y demás miembros de la OTAN, están llevando al mundo nueva­mente al peligroso desfiladero de la guerra.

Según el «Plan Nuevo Medio Oriente»: la idea es atomizar esas sociedades, en sectas, etnias, cultos y tribus enfrentándolas entre sí para facilitar su dominio en la región y avanzar en el cerco de Rusia, China e Irán, potencias que, aun con sus diferencias y límites, constituyen un escollo a los planes de domina­ción mundial de las grandes corpora­ciones internacionales.

"Las armas químicas usadas en Siria amenazan la seguridad nacional de Estados y de aliados como Israel, Turquía y Jordania”, dijo por su parte el presidente Barack Obama en una breve intervención posterior a la realizada por Kerry. El mandatario aseguró que aún no ha tomado una decisión pero confirmó que está considerando una acción militar "limitada".


Sin embargo, el Washington Times (www.washingtontimes.com) publica el 6 de mayo de este año: “El testimonio de las víctimas sugiere que fueron los rebeldes, no el gobierno sirio, que utiliza gas nervioso sarín en un reciente incidente en la nación azotada por la revolución, dijo un alto diplomático de la ONU el lunes”


Sin embargo, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Turquía, Jordania e Israel, por poner sólo algunos ejemplos, han dejado ya bien clara su intención de agredir militarmente a Siria, independientemente de las decisiones que pueda adoptar a tal efecto el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que simplemente supone la confirmación de las actividades parcialmente encubiertas, que vienen realizando en los meses pasados, proporcionando entrenamiento, armamento y cobertura política a los inocentes “opositores”.

La falsedad se pone otra vez a la orden del día: el supuesto uso de armas quími­cas por parte del gobierno de Al Assad nos recuerda a aquella denuncia de la existencia de un arsenal de armas de destrucción masiva en Irak que nunca fue encontrado por que no existía, pero sirvió de pretexto para invadir ese país y saquear sus producción petrolera, destruyendo la vida de cientos de miles de personas, la casi totalidad de la infra­estructura nacional y hasta los precia­dos bienes culturales, patrimonio de la humanidad, en ese país que aun hoy, como Afganistán, sigue ocupado.

Estados Unidos, abandera una intervención que viola una vez más, hasta el más mínimo vestigio de legalidad internacional, si es que algo queda después de esta monstruosidad, apoyada por la previa labor terrorista des­estabiliza­dora de mercena­rios, que se fundamenta en los propósitos de la “doctrina del shock”. 

Extendiendo una guerra que podría tener consecuencias regionales y mundiales devastadoras, la administración Obama se está inmiscuyendo en un juego peligroso. Los Estados Unidos y Siria son miembros de Naciones Unidas y signatarios de los Estatutos de la ONU que establecen como ilegal que un país miembro ataque a otro, salvo en el caso de defensa legítima. 

Los cálculos de la administración Obama sobre por qué puede y debe bombardear Siria no se basan en la idea de la "legalidad", sino en el poder y sólo en el poder. Piensan que Siria es tan pequeña y vulnerable que no será capaz de defenderse o de tomar represalias contra objetivos estadounidenses. Mientras, los grandes buques de desembarco rusos Minsk y Novocherkassk zarparon este martes rumbo al mar Mediterráneo, anunció el Ministerio de Defensa ruso. Los buques de asalto anfibio rusos "llegarán a la zona asignada el 5 o el 6 de septiembre tras pasar por los estrechos (Bósforo y Dardanelos) y realizarán sus tareas según el plan del mando operativo emplazado a bordo del buque antisubmarino Almirante Panteléyev", explicó el ministerio, citado por la agencia rusa Itar-Tass.

Esperemos, para ver si finalmente se aplica la razón y la cordura, y los norteamericanos junto a sus aliados, se resignan a reconocer que el régimen sirio tiene el apoyo mayoritario del pueblo o por el contrario, se imponen las acciones bélicas. De ser ésta la vía, quizás sería la guerra más impopular de la historia de los Estados Unidos y Barack Obama debería de devolver su medalla de premio Nobel de la Paz, siendo el presidente norteamericano que más guerras mantuvo e inició bajo su administración, con el acompañamiento de los belicistas que controlan el Congreso. Según el último sondeo de Reuters (24.08.13), el 60% de los estadounidenses, a pesar de las semanas de propaganda de Washington y el seguidismo de los medios de comunicación corporativos, se opone a una guerra de EE.UU. en Siria. Sólo el 9% ciento está a favor de que EE.UU. lance un ataque.

Si ya se condenó al Estado Sirio y hay que aniquilarlo, ¿quién pagará en Occidente los asesinatos de lesa humanidad cometidos otra vez en “defensa de los derechos humanos”?
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