Usualmente negrillas y subrayados son nuestros.

martes, 27 de enero de 2015

Digresión sobre Justicia Social

Una digresión  sobre la Justicia Social

Lo perfecto es enemigo de lo humano. Lo perfecto no existe como realidad, existe como ideal. Lo perfectible sí existe como realidad y como idea. La búsqueda de lo perfecto forma parte de la perfectibilidad. En la sociedad lo perfecto y por lo tanto perfectible es la justicia social. El perfeccionamiento social es lucha, es confrontación por la justicia, confrontación a muerte y confrontación negociada dependiendo de las circunstancias,  Nunca llegaremos como raza humana a un estadio puro de justicia, existirá la lucha entre justicia e injusticia siempre, como existe el color negro con el blanco. Pero ése es el escenario perfecto y perfectible para la lucha por la justicia, sin él, la lucha entre justicia e injusticia no existiría. El punto es quien manda, manda la justicia o manda la injusticia y se trata como raza humana, sin duda, de que mande la justicia. Y en el predominio de la Justicia Social, la humanidad avanza.

Pero…¿Qué es la justicia social?. Esta preocupación ancestral, bíblica, fue originalmente racionalizada por Aristóteles. Justicia Social “es dar a cada quien lo suyo” dijo.

Evaristo Hernández
1/060613

domingo, 18 de enero de 2015

Paz Compleja

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APRENDAMOS A ENTENDER LA COMPLEJIDAD DE LA PAZ 
Oscar A. Fernández O.

“Cese la filosofía del despojo y cesará la filosofía de la violencia”. 
Fidel Castro Ruz
ONU, 1960.

La concepción de paz dominante en el mundo continúa siendo la occidental, heredada del concepto de Pax romana: ausencia de conflictos bélicos entre estados, importante pero insuficiente.

Hay dos aspectos fundamentales en el aparecimiento de la violencia directa que nos persigue en nuestra realidad de hoy, los que configuran las causas estructurales de una violencia primera, la desigualdad colosal y una grandísima disparidad entre los derechos reconocidos a todos los seres humanos de parte de las elites capitalistas. Se crea de hecho una deformidad estructural que lleva a la violación masiva y continua de esos derechos, lo cual se termina adoptando como “efectos colaterales”.

La globalización de la violencia es un fenómeno que presenciamos, en sociedades ricas como en sociedades pobres, en sociedades con tradición antimilitarista como en sociedades con tradición bélica, en las relaciones interpersonales como en las relaciones con la naturaleza, en generaciones jóvenes y adultas.

Una nueva fisonomía del individualismo exacerbado, en concordancia con los valores propios que imprime el capitalismo, deriva hacia la construcción de sujetos que, por encima de la solidaridad colectiva, ensalzan sus deseos personales de autosatisfacción egoísta en torno al consumismo exacerbado y la búsqueda de status, dejando a un lado la comunicación, la participación y la solidaridad con los semejantes.

Ha de ser un concepto dinámico que debe considerarse en términos positivos: la presencia de la justicia social, la igualdad y la fraternidad; la posibilidad de que los seres humanos realicen plenamente sus posibilidades y gocen del derecho a una estabilidad digna y llevadera.

Más aún, se requiere un modelo holístico de la paz, una "paz integral", una paz democratizada, de manera que podamos vivir la paz como un concepto, una meta y un proceso activo, dinámico, creativo y permanente, con repercusiones directas en nuestra vida cotidiana.

El conflicto es inherente a la paz. Una política y práctica educativa explícita de "paz conflictual" es por ende esencial para contrarrestar nuestra cultura bélica. 

El que las partes en un conflicto, sea éste de naturaleza política, cultural, económica, social o interpersonal, puedan "sentarse a la misma mesa", requiere la creación de relaciones de confianza y de procesos de mediación, consenso y reconciliación entre los grupos populares.

Estos procesos parten de la premisa de que la manera más eficaz para resolver los conflictos entre "enemigos", "adversarios" o "antagonistas", es promover su cooperación para el logro de una meta de mutuo beneficio. También se fundamenta en el propiciar las posibilidades de poder que radican en el pueblo (Ortega Pinto: 1996) Debemos hacer distinciones conceptuales entre establecer, mantener y consolidar la paz, y prevenir el conflicto, ajustando las diferencias en términos de fines y estrategias. 

La forma más idónea de aproximarse a los conflictos en todo contexto, no es mediante vías y fuerzas bélicas, (no es un combate), sino a través de su manejo y resolución constructiva y creativa. Es una aproximación por las orillas de la conflictividad que no destruye, sino que problematiza y desafía. Es un acercamiento que recalca lo que no es, ni debe convertirse jamás, la resolución de conflictos: una receta de pacificación a cualquier precio, en la cual los poderosos "establecen la paz" sobre los "sin-poder"; o en un acto de dominación para "mantener la paz" (Bejarano: 1995)

Algunos teóricos hacen distinciones entre "establecer", "mantener" y "consolidar" la paz, y "prevenir" el conflicto. La ONU, por ejemplo, cuenta con organismos especializados en dichos ámbitos, y matiza las diferencias en términos de fines y estrategias. Consideran el "establecimiento de la paz" (peacemaking) necesario para "poner término" a los conflictos. Una vez lograda la paz, orientan sus esfuerzos al "mantenimiento de la paz" (peacekeeping o peace enforcement). Mediante la "consolidación de la paz" (peace-buiding), se proponen fortalecer y afianzarla, con miras a evitar que se reanuden los conflictos. Y abordan la "diplomacia preventiva", con la finalidad de anticipar los conflictos y solucionarlos - antes de que irrumpa la violencia (UNESCO, 1994). (Pascual Morán: 2000)

Deberemos acercarnos al conflicto, viéndolo como parte natural de nuestra vida social. Como algo inevitable que dice presente y ocupa de manera constante todo nivel de nuestra cotidianidad - personal, interpersonal, intergrupal o internacional. 

También necesitamos estudiar la Paz con un enfoque humanista, autóctono, soberano y de justicia, no solo soñar con ella sin entender su complejidad. Los Estudios sobre la Paz se originaron a mediados del siglo pasado, cuando se detectó la urgencia de una "Ciencia de la Paz" para examinar las causas de la guerra. Nace este campo de estudio desde la investigación en las universidades, y como resultado directo de la Segunda Guerra Mundial. Surge en este período una nueva disciplina académica que decididamente traería evoluciones en la Educación para la Paz. De inicio, la investigación sobre y para la paz se focalizó en las causas de la guerra, desde la perspectiva del derecho internacional. Sin embargo, una vez se constató que el alcance de la jurisprudencia no era lo suficientemente explicativo, devino la Investigación sobre la Paz como un área de estudio interdisciplinar independiente, compuesto de muy diversas ramas especializadas (Pascual Morán, 1988, 1990; PAWSS, 1990).

En estas investigaciones y estudios, encontramos trazos y trozos de los orígenes de las corrientes ideológicas de impacto significativo en la evolución del pensamiento sobre la paz a lo largo del siglo XX: las teorías pacifistas y socialistas de la paz, la escuela de derecho internacional, las tesis antiimperialistas y antimilitaristas y la educación reformista con enfoque constructivista. De igual manera, en ella se estrecharían los vínculos entre la Educación para la Paz, la Investigación por la Paz, los Estudios sobre la Paz y la Acción por la Paz. Gracias precisamente a esta huella, se comenzó a examinar la "violencia estructural" o "indirecta", inherente a las estructuras sociales y económicas, y se reiteró y reivindicó el propósito genuino y radical de educar para la paz.

Será necesario pues re-fundar nuestras controversias, asumiendo la paz y el conflicto no como opuestos, sino complementarios, entendiendo la paz fuera de todo enfoque romántico o místico, sino más bien dialéctico, comprendiendo que en las causas que impiden su concreción están la explotación, la desigualdad y la injusticia…ese día comenzará a disminuir la violencia.
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