Nicos Poulantzas (Νίκος Πουλαντζάς en griego) (1936-1979) fué un sociólogo político marxista greco-francés. En la década de 1970 Poulantzas se hizo conocido junto a Louis Althusser, como uno de los líderes del marxismo estructural y, aunque al principio era leninista, acabó apoyando el eurocomunismo. Su trabajo más conocido es su teoría del estado. También raelizó contribuciones marxistas al análisis del fascismo las clases sociales en el mundo contemporáneo y la caída de las dictaduras de Europa del Sur en la década de 1970 (Franco en España, Salazar en Portugal y Papadopoulos en Grecia).
En 1979 se suicidó, lanzándose del 22º piso de la Torre de Montparnasse de Paris abrazado a sus libros.
Teoría del Estado
La teoría del Estado de Poulantzas fue su reacción contra lo que veía como una de las concepciones más simples del marxismo. Los marxistas instrumentalistas sostienen que el Estado es simplemente un instrumento en manos de una clase social determinada. Poulantzas se mostró en desacuerdo con esto, porque veía a la clase capitalista demasiado centrada en su provecho a corto plazo en lugar de mantenerse en el poder como un conjunto, de forma que ejercerían el poder sólo para su propio beneficio. Poulantzas argumentó que el Estado, aunque es una forma relativamente autónoma de la clase capitalista, consigue sin embargo asegurar el funcionamiento de la sociedad capitalista y por lo tanto beneficia a la clase capitalista. En particular se centró en cómo un sistema inherentemente divisorio como el capitalismo podía coexistir con la estabilidad social necesaria para reproducirse - considerando al nacionalismo en particular como forma de superar las divisiones de clase del capitalismo. Poulantzas fue particularmente influyente sobre el teórico del estado marxista Bob Jessop.
A partir de la noción de hegemonía cultural de Antonio Gramsci, Poulantzas argumentó que reprimir los movimientos del oprimido no es la única función del Estado. En lugar de esto, dijo que el poder debía obtener también el consentimiento del oprimido. Esto se consigue a través de alianzas de clases donde el grupo dominante hace una “alianza” con los grupos subordinados para conseguir su consentimiento. En obras posteriores Poulantas analizó el papel desempeñado por lo que llamaba “la nueva burguesía” para consolidar la hegemonía de las clases dominantes y dificultar la capacidad del proletariado para organizarse. Situándose en una posición contradictoria, es decir, identificándose con su opresor de facto, esta fracción de la clase trabajadora apoya a la burguesía, cuyo destino (erróneamente) cree que comparte. La fragmentación (o la desaparición, según otros) del sistema de clases es, para Poulantzas, una característica definitiva del capitalismo tardío y cualquier análisis político útil debe de tener en cuenta esta nueva constelación de intereses y poder. Un ejemplo de esto puede ser el análisis influído por Poulantzas del New Deal en los Estados Unidos: la clase dominante estadounidense, al satisfacer algunas de las demandas de la clase trabajadora (respecto a temas como el salario mínimo interprofesional o el derecho laboral) ayudaron a cimentar una alianza entre el trabajo y una fracción particular del capital y el estado. Esto era necesario la existencia del capitalismo, pues si la clase dominante simplemente reprime los movimientos de la trabajadora y evita hacer concesiones la situación podría desembocar en una revolución.
Legado
Poulantzas proporciona un análisis matizado de la estructura de clases en una época en la que la internacionalización de los sistemas de producción (la actual “globalización”) estaba desplazando el poder desde la clase trabajadora a la capitalista. En muchos puntos vaticinó el debate actual sobre que el lenguaje maxista con palabras como “clase”, “burguesía” y “hegemonía” encuentra poco eco en la ciencia política contemporánea donde el positivismo obliga a los investigadores a concentrarse en entidades objetivas y medibles. Sin embargo, al situar el análisis de clases en el centrodel análisis político, Poulantzas nos recuerda que los teóricos son en sí mismos agentes políticos y que los trabajos compendio de la política mundial están bañados de la ideología que se supone que tratan de aislar y estudiar.
Tomado de:
http://es.wikipedia.org/wiki/Nicos_Poulantzas
En 1979 se suicidó, lanzándose del 22º piso de la Torre de Montparnasse de Paris abrazado a sus libros.
Teoría del Estado
La teoría del Estado de Poulantzas fue su reacción contra lo que veía como una de las concepciones más simples del marxismo. Los marxistas instrumentalistas sostienen que el Estado es simplemente un instrumento en manos de una clase social determinada. Poulantzas se mostró en desacuerdo con esto, porque veía a la clase capitalista demasiado centrada en su provecho a corto plazo en lugar de mantenerse en el poder como un conjunto, de forma que ejercerían el poder sólo para su propio beneficio. Poulantzas argumentó que el Estado, aunque es una forma relativamente autónoma de la clase capitalista, consigue sin embargo asegurar el funcionamiento de la sociedad capitalista y por lo tanto beneficia a la clase capitalista. En particular se centró en cómo un sistema inherentemente divisorio como el capitalismo podía coexistir con la estabilidad social necesaria para reproducirse - considerando al nacionalismo en particular como forma de superar las divisiones de clase del capitalismo. Poulantzas fue particularmente influyente sobre el teórico del estado marxista Bob Jessop.
A partir de la noción de hegemonía cultural de Antonio Gramsci, Poulantzas argumentó que reprimir los movimientos del oprimido no es la única función del Estado. En lugar de esto, dijo que el poder debía obtener también el consentimiento del oprimido. Esto se consigue a través de alianzas de clases donde el grupo dominante hace una “alianza” con los grupos subordinados para conseguir su consentimiento. En obras posteriores Poulantas analizó el papel desempeñado por lo que llamaba “la nueva burguesía” para consolidar la hegemonía de las clases dominantes y dificultar la capacidad del proletariado para organizarse. Situándose en una posición contradictoria, es decir, identificándose con su opresor de facto, esta fracción de la clase trabajadora apoya a la burguesía, cuyo destino (erróneamente) cree que comparte. La fragmentación (o la desaparición, según otros) del sistema de clases es, para Poulantzas, una característica definitiva del capitalismo tardío y cualquier análisis político útil debe de tener en cuenta esta nueva constelación de intereses y poder. Un ejemplo de esto puede ser el análisis influído por Poulantzas del New Deal en los Estados Unidos: la clase dominante estadounidense, al satisfacer algunas de las demandas de la clase trabajadora (respecto a temas como el salario mínimo interprofesional o el derecho laboral) ayudaron a cimentar una alianza entre el trabajo y una fracción particular del capital y el estado. Esto era necesario la existencia del capitalismo, pues si la clase dominante simplemente reprime los movimientos de la trabajadora y evita hacer concesiones la situación podría desembocar en una revolución.
Legado
Poulantzas proporciona un análisis matizado de la estructura de clases en una época en la que la internacionalización de los sistemas de producción (la actual “globalización”) estaba desplazando el poder desde la clase trabajadora a la capitalista. En muchos puntos vaticinó el debate actual sobre que el lenguaje maxista con palabras como “clase”, “burguesía” y “hegemonía” encuentra poco eco en la ciencia política contemporánea donde el positivismo obliga a los investigadores a concentrarse en entidades objetivas y medibles. Sin embargo, al situar el análisis de clases en el centrodel análisis político, Poulantzas nos recuerda que los teóricos son en sí mismos agentes políticos y que los trabajos compendio de la política mundial están bañados de la ideología que se supone que tratan de aislar y estudiar.
Tomado de:
http://es.wikipedia.org/wiki/Nicos_Poulantzas
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