Considero que los movimientos sociales son de suma importancia debido a que en su mayoría, defienden intereses y derechos de minorías sociales históricamente marginadas. En algunos casos los partidos políticos suelen utilizar a estos grupos como una estrategia para ganar popularidad y llegar al poder, sin realmente apoyar la causa de ellos. Asimismo, hay partidos políticos que efectivamente creen en la lucha de los movimientos y los apoyan para generar progreso social, lo cual me parece excelente. Ambos grupos: partidos y movimientos son esenciales en la actualidad.
En lo personal la importancia de los movimientos sociales sobre todo en El Salvador radica en que producto de sus luchas, métodos, acciones y reivindicaciones sus ideas nacen en el contexto del enfrentamiento armado que se vivió a nivel nacional, pero que estos en si llegaron a consolidarse hasta después de los acuerdos de paz, dando inicio en este punto a la oportunidad política para que se conformaran como movimiento. Por ende para nuestro pías, implica procesos de desarrollo que podríamos denominar como fuerza social desde los 90s hasta la actualidad.
Los movimientos sociales y políticos se generan principalmente para cambiar o proteger una idea en común de tener una estabilidad necesaria en la sociedad a fin de mejorar las vidas de las personas, esto es claramente visto en las situaciones donde se trata de reivindicaciones económicas, sociales y políticas de igual forma tenemos la preocupación de problemas medioambientales, también sociales donde se quiere generar concientización sobre un tema de interés en muchas de las ocasiones estos movimientos sociales son apoyados por partidos políticos y de esta forman se crea una mayor participación por la sociedad, para hacerse notar se toman diferentes vías las cuales son pacíficamente o de forma violenta.
Durante las últimas décadas los movimientos sociales en América Latina se han convertido en actores políticos muy importantes. Buscan el cambio lejos de los actores políticos tradicionales, manteniendo su autonomía y priorizando como estrategia de acción colectiva la de la movilización masiva; o bien deciden acercarse a algunos actores políticos (tales como los partidos), participando dentro del sistema político por la vía institucional/electoral. El objetivo de este trabajo es precisamente hacer una reflexión sobre la relación entre los movimientos sociales y los partidos políticos en América Latina. Para tal efecto hacemos una revisión teórica y posteriormente tomamos varios ejemplos para ejemplificar los tipos de estrategias y relaciones que pueden darse entre éstos y los partidos políticos.
En este mundo donde el mas fuerte sobrevive y son desentendidos los gritos de auxilio de aquellos que su vos han enmudecido de tanta injusticia, los diferentes tipos de movimientos son esa señal de ayuda en donde una minoría no concreta algo aunque ya se formula una estructura pero un conglomerado puede hacer precision ya sea por que forma lo haga a tal punto de un derramamiento de sangre muchas veces solo asi son escuchados por parte de los partidos politicos ya sea estos movimientos pueden formar un partido o simplemente estos en una propaganda electoral se aprovechan de las situaciones para sacar beneficios en conjunto que solo los favoreces a ellos.
Los movimientos en Latino America se han visto opacados por las revoluciones de sindicalismos y opiniones del pueblo por no ser considerados movimientos sin fines de lucros tales que en la politica se ha reflegado estos ultimos años con escandolos internacionales, como asilos de gente de gobierno de un pais a otro, regimenes y toques de queda, golpes de estados, etc. En el actual estado de America Latina no reflejan empatia entre la gente y genera desconfianza.
Los movientos sociales que se han tenido lugar a lo largo de la historia, iniciaron con la idea de revolucionar y cambiar las una forma de pensar o actuar de las personas, tambiñen se dan por la necesidad de cambiar el régimen político que está en ese momento para beneficio de la población.
Los movimientos literarios son las distintas corrientes, géneros, o estilos literarios que se han dado a lo largo de la historia. A continuación, definiremos uno a uno de modo que podrás identificar las distintas tendencias artísticas literarias que surgieron en épocas diferentes, de acuerdo con los acontecimientos históricos circundantes y los estudios filosóficos del momento.
No siempre ha existido un estatuto jurídico de los partidos. Éstos son realidades sociales a las que lentamente la teoría fue prestando atención, y más lentamente aún el derecho. El ordenamiento jurídico ha tenido, a grandes rasgos, las siguientes actitudes frente a los partidos. Primero, una fase de oposición, propia del Estado liberal surgido de la Revolución Francesa, en la que se condena totalmente a los partidos, tal como en la famosa Ley Chapelier de 1791, que rechazaba todo tipo de asociacionismo. Posteriormente, y casi durante todo el siglo XIX. predomina una actitud de desconocimiento e indiferencia jurídica hacia los partidos, pues a pesar de que se admite su existencia sociológica, se niega cualquier regulación, seguramente por el influjo de la separación entre el Estado y la sociedad civil. La tercera etapa corresponde a los finales del siglo XIX y principios del XX; aquí, los partidos son reconocidos jurídicamente en las leyes electorales y en los reglamentos de las cámaras. La última etapa es posterior a la Segunda Guerra Mundial y refleja el movimiento a favor de su constitucionalización y, en algunos casos, su regulación jurídica exhaustiva.
La fase de constitucionalización se ha dado en casi todos los países del mundo. Son famosos los preceptos de constituciones como la italiana. francesa, alemana, griega o española. que constitucionalizan los partidos y en algunos casos cuentan con leyes para su desarrollo. La constitucionalización de los partidos en el mundo entero significa varias cosas. La primera de ellas es una repulsa a los Estados autoritarios y totalitarios, y la afirmación de que la democracia pluralista sólo es realizable con el concurso de varios partidos. Pero al mismo tiempo, como los partidos se encuentran en la base misma de todo el sistema democrático, algunos sostienen la necesidad de fórmulas de constitucionalidad en el sentido de sistemas de control, para que los partidos ajusten su actividad a los principios democráticos, es decir, utilizando una frase canónica, para "atraparlos en las redes del derecho".
La diferencia de los movimientos sociales con los partidos políticos está asentada en su aparente desinterés por tomarse el gobierno o hacer una revolución. En dicho sentido los movimientos sociales son organizaciones que tiene como finalidad de realizar cambios que benefician a su base social como: obreros, campesinos, mujeres, jóvenes, pueblos indígenas, entre otros. En la actualidad, los movimientos sociales han escalado sus reivindicaciones políticas, aliándose muchas veces con partidos políticos o convirtiéndose finalmente en partidos políticos. Los partido políticos son instituciones permanentes que reflejan el pluralismo político, que promueven la participación de los ciudadanos y contribuyen a la formación, con el objeto de acceder al poder, a los cargos de elección popular y de influir en las decisiones políticas y democráticas de la nación; pero la gran mayoría se encuentran desvinculados de la ciudadanía, su interés se centra en las elecciones y en las negociaciones que practican en los órganos de representación ciudadana, sin existir un puente vinculativo entre partido y electores, pareciera que la ciudadanía no sólo le entregó su voto sino la representación y voluntad de decisión.
Existe una práctica y una reflexión sobre los movimientos sociales que se mantiene hasta nuestros días y que se venido actualizando, contribuyendo así tanto a enriquecer el concepto como a conferir una identidad a dicho fenómeno. Como toda identidad social evolutiva incluye rasgos universales y particulares según su propio devenir, entorno y época. Un movimiento social, en tanto sujeto, es un conglomerado de personas con expresiones más o menos masivas, más o menos permanentes. Su forma de lucha es la acción política e ideológica desde la sociedad civil, entendiendo por tal la acción pacífica para persuadir. La práctica y el concepto de movimiento social tienen su raíz en aquellas organizaciones civiles con pretensiones sociales y que utilizan la movilización pública para visibilizarse e incidir en las instituciones y en la opinión pública a favor de sus intereses o programas.
Es claro que ante el descrédito y la desconfianza que generan los partidos políticos, los movimientos sociales y sus organizaciones se han convertido en medios de expresión y canalización de demandas de ciertos grupos o sectores de la sociedad. Aunque los movimientos sociales sólo representan una parte de la sociedad civil, no se puede desconocer que éstos pueden ser generadores de nuevas identidades que den lugar a nuevas formas de representación política.
Este blog tiene exclusivamente una finalidad de investigación, socialización del conocimiento y docencia académica en una institución del Estado, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de El Salvador, América Central. Se menciona solamente para efectos de identificación, pero la Institución no es responsable del contenido del blog sino solamente su autor.
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Considero que los movimientos sociales son de suma importancia debido a que en su mayoría, defienden intereses y derechos de minorías sociales históricamente marginadas. En algunos casos los partidos políticos suelen utilizar a estos grupos como una estrategia para ganar popularidad y llegar al poder, sin realmente apoyar la causa de ellos. Asimismo, hay partidos políticos que efectivamente creen en la lucha de los movimientos y los apoyan para generar progreso social, lo cual me parece excelente. Ambos grupos: partidos y movimientos son esenciales en la actualidad.
En lo personal la importancia de los movimientos sociales sobre todo en El Salvador radica en que producto de sus luchas, métodos, acciones y reivindicaciones sus ideas nacen en el contexto del enfrentamiento armado que se vivió a nivel nacional, pero que estos en si llegaron a consolidarse hasta después de los acuerdos de paz, dando inicio en este punto a la oportunidad política para que se conformaran como movimiento. Por ende para nuestro pías, implica procesos de desarrollo que podríamos denominar como fuerza social desde los 90s hasta la actualidad.
Los movimientos sociales y políticos se generan principalmente para cambiar o proteger una idea en común de tener una estabilidad necesaria en la sociedad a fin de mejorar las vidas de las personas, esto es claramente visto en las situaciones donde se trata de reivindicaciones económicas, sociales y políticas de igual forma tenemos la preocupación de problemas medioambientales, también sociales donde se quiere generar concientización sobre un tema de interés en muchas de las ocasiones estos movimientos sociales son apoyados por partidos políticos y de esta forman se crea una mayor participación por la sociedad, para hacerse notar se toman diferentes vías las cuales son pacíficamente o de forma violenta.
Durante las últimas décadas los movimientos sociales en América Latina se han convertido en actores políticos muy importantes. Buscan el cambio lejos de los actores políticos tradicionales, manteniendo su autonomía y priorizando como estrategia de acción colectiva la de la movilización masiva; o bien deciden acercarse a algunos actores políticos (tales como los partidos), participando dentro del sistema político por la vía institucional/electoral. El objetivo de este trabajo es precisamente hacer una reflexión sobre la relación entre los movimientos sociales y los partidos políticos en América Latina. Para tal efecto hacemos una revisión teórica y posteriormente tomamos varios ejemplos para ejemplificar los tipos de estrategias y relaciones que pueden darse entre éstos y los partidos políticos.
En este mundo donde el mas fuerte sobrevive y son desentendidos los gritos de auxilio de aquellos que su vos han enmudecido de tanta injusticia, los diferentes tipos de movimientos son esa señal de ayuda en donde una minoría no concreta algo aunque ya se formula una estructura pero un conglomerado puede hacer precision ya sea por que forma lo haga a tal punto de un derramamiento de sangre muchas veces solo asi son escuchados por parte de los partidos politicos ya sea estos movimientos pueden formar un partido o simplemente estos en una propaganda electoral se aprovechan de las situaciones para sacar beneficios en conjunto que solo los favoreces a ellos.
Los movimientos en Latino America se han visto opacados por las revoluciones de sindicalismos y opiniones del pueblo por no ser considerados movimientos sin fines de lucros tales que en la politica se ha reflegado estos ultimos años con escandolos internacionales, como asilos de gente de gobierno de un pais a otro, regimenes y toques de queda, golpes de estados, etc. En el actual estado de America Latina no reflejan empatia entre la gente y genera desconfianza.
Los movientos sociales que se han tenido lugar a lo largo de la historia, iniciaron con la idea de revolucionar y cambiar las una forma de pensar o actuar de las personas, tambiñen se dan por la necesidad de cambiar el régimen político que está en ese momento para beneficio de la población.
Los movimientos literarios son las distintas corrientes, géneros, o estilos literarios que se han dado a lo largo de la historia. A continuación, definiremos uno a uno de modo que podrás identificar las distintas tendencias artísticas literarias que surgieron en épocas diferentes, de acuerdo con los acontecimientos históricos circundantes y los estudios filosóficos del momento.
No siempre ha existido un estatuto jurídico de los partidos. Éstos son realidades sociales a las que lentamente la teoría fue prestando atención, y más lentamente aún el derecho. El ordenamiento jurídico ha tenido, a grandes rasgos, las siguientes actitudes frente a los partidos. Primero, una fase de oposición, propia del Estado liberal surgido de la Revolución Francesa, en la que se condena totalmente a los partidos, tal como en la famosa Ley Chapelier de 1791, que rechazaba todo tipo de asociacionismo. Posteriormente, y casi durante todo el siglo XIX. predomina una actitud de desconocimiento e indiferencia jurídica hacia los partidos, pues a pesar de que se admite su existencia sociológica, se niega cualquier regulación, seguramente por el influjo de la separación entre el Estado y la sociedad civil. La tercera etapa corresponde a los finales del siglo XIX y principios del XX; aquí, los partidos son reconocidos jurídicamente en las leyes electorales y en los reglamentos de las cámaras. La última etapa es posterior a la Segunda Guerra Mundial y refleja el movimiento a favor de su constitucionalización y, en algunos casos, su regulación jurídica exhaustiva.
La fase de constitucionalización se ha dado en casi todos los países del mundo. Son famosos los preceptos de constituciones como la italiana. francesa, alemana, griega o española. que constitucionalizan los partidos y en algunos casos cuentan con leyes para su desarrollo. La constitucionalización de los partidos en el mundo entero significa varias cosas. La primera de ellas es una repulsa a los Estados autoritarios y totalitarios, y la afirmación de que la democracia pluralista sólo es realizable con el concurso de varios partidos. Pero al mismo tiempo, como los partidos se encuentran en la base misma de todo el sistema democrático, algunos sostienen la necesidad de fórmulas de constitucionalidad en el sentido de sistemas de control, para que los partidos ajusten su actividad a los principios democráticos, es decir, utilizando una frase canónica, para "atraparlos en las redes del derecho".
La diferencia de los movimientos sociales con los partidos políticos está asentada en su aparente desinterés por tomarse el gobierno o hacer una revolución. En dicho sentido los movimientos sociales son organizaciones que tiene como finalidad de realizar cambios que benefician a su base social como: obreros, campesinos, mujeres, jóvenes, pueblos indígenas, entre otros. En la actualidad, los movimientos sociales han escalado sus reivindicaciones políticas, aliándose muchas veces con partidos políticos o convirtiéndose finalmente en partidos políticos.
Los partido políticos son instituciones permanentes que reflejan el pluralismo político, que promueven la participación de los ciudadanos y contribuyen a la formación, con el objeto de acceder al poder, a los cargos de elección popular y de influir en las decisiones políticas y democráticas de la nación; pero la gran mayoría se encuentran desvinculados de la ciudadanía, su interés se centra en las elecciones y en las negociaciones que practican en los órganos de representación ciudadana, sin existir un puente vinculativo entre partido y electores, pareciera que la ciudadanía no sólo le entregó su voto sino la representación y voluntad de decisión.
Existe una práctica y una reflexión sobre los movimientos sociales que se mantiene hasta nuestros días y que se venido actualizando, contribuyendo así tanto a enriquecer el concepto como a conferir una identidad a dicho fenómeno. Como toda identidad social evolutiva incluye rasgos universales y particulares según su propio devenir, entorno y época.
Un movimiento social, en tanto sujeto, es un conglomerado de personas con expresiones más o menos masivas, más o menos permanentes. Su forma de lucha es la acción política e ideológica desde la sociedad civil, entendiendo por tal la acción pacífica para persuadir. La práctica y el concepto de movimiento social tienen su raíz en aquellas organizaciones civiles con pretensiones sociales y que utilizan la movilización pública para visibilizarse e incidir en las instituciones y en la opinión pública a favor de sus intereses o programas.
Es claro que ante el descrédito y la desconfianza que generan los partidos políticos, los movimientos sociales y sus organizaciones se han convertido en medios de expresión y canalización de demandas de ciertos grupos o sectores de la sociedad. Aunque los movimientos sociales sólo representan una parte de la sociedad civil, no se puede desconocer que éstos pueden ser generadores de nuevas identidades que den lugar a nuevas formas de representación política.
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