TERROR
ENGENDRA TERROR
Oscar
Antonio Fernández O.
“Cese
la filosofía del despojo y cesará
la filosofía de la guerra". Fidel
Castro
Sin
duda que condenar sin remilgos, los asesinatos y demás acciones de
terror perpetradas recientemente en la ciudad de Paris, por el
autodenominado Estado Islámico, es una obligación ética y de
elemental responsabilidad, pero tampoco podemos desplegar nuestras
emociones, sin conocer cuál ha sido la evolución de un problema
histórico, agudizado por intereses geopolíticos, que demuestra ya
una tragedia de proporciones bíblicas en el medio oriente.
Paris
nuevamente es zona de guerra. Decenas de muertos, cientos de heridos
y las respuestas del gobierno francés frente al ataque yihadista son
las que ya hemos escuchado antes en Estados Unidos y España cuando
acciones similares generaron idénticas masacres. Frente al terror se
quiere responder con más horror, los titulares de los principales
medios hablan con total ligereza: “ahora sí empezó la guerra”,
o se alimenta la idea (en forma directa o solapada) de que el mundo
árabe y musulmán atenta contra la santificada democracia francesa.
A sabiendas que la casi totalidad de esa colectividad repudia al
Estado Islámico y sus protectores.
Un
diferente vocablo ha entrado en el vocabulario usual del francés en
los últimos meses, el de "yihadista".
Los grandes medios de comunicación abordan diariamente el tema y
difunden un marco de interpretación que modela la opinión pública,
orientando las reacciones y suscitando tomas de posición. Para dar
un aval científico a afirmaciones mediáticas, se acude a la ayuda
de "expertos" y "especialistas" de nombres
rimbombantes. Pero, más allá de una aparente diversidad de
opiniones, se esconde una unidad de análisis anticipado.
A
pesar de la impresión de objetividad de estos artículos y
reportajes, pueden identificarse de forma constante estas cuatro
recurrencias ideológicas: los prejuicios sobre el Islam, las
coacciones hacia los musulmanes para que se justifiquen por su fe, la
negación de las causas internas en los países occidentales, que los
violadores de los derechos humanos son “los otros”, que el
terrorismo es de una sola vía, y la justificación de la guerra en
nombre de la democracia. Estos discursos mediáticos, al ser
difundidos sobre un fondo sensacionalista, no son baladíes. Tienen
una función social y política muy concreta. Juntos, ayudan a
producir una realidad social y política con graves consecuencias.
(Said Nouamama: Rebelión)
Estamos
de acuerdo con el presidente sirio Bashar Al Assad
(http://www.resumenlatinoamericano.org/),
después de condolerse por las víctimas de los atentados, "Francia
conoció ayer lo que vivimos en Siria desde hace cinco años”. Y lo
dice precisamente quien en innumerables ocasiones ha intentado -como
antes lo había hecho el líder libio Gadaffi- convencer a los
gobernantes franceses que no armaran, equiparan logísticamente y
costearan con millones de dólares a los ejércitos mercenarios que
han sembrado el terror, la muerte y el desesperado destierro de
cientos de miles de sirios e iraquíes.
En cada ocasión
que este mensaje resonaba en los foros internacionales, la posición
francesa siempre fue la misma: ratificar su creencia de que
exportando la guerra, alineándose con la OTAN y subordinándose ante
el mandato imperial monitoreado desde Washington, “el problema
sirio”, es decir, el tan buscado derrocamiento de Al Assad, iba a
ser resuelto.
Por su parte, la
injerencia de Estados Unidos y la Unión Europea en Medio Oriente
para destruir a Irak y derrocar al gobierno constitucional de Bashar
Al Asad, el apoyo económico y militar que incluyó la entrega de
armas nucleares a Israel, fueron determinantes para el surgimiento de
ISIS-EIIL que, inicialmente eran grupos terroristas armados,
financiados y entrenados por la CIA y otras agencias de inteligencia
de la UE e Israel, y que hoy constituyen un ejército que siembra el
terror en nombre de un Estado Islámico que pretende organizar un
califato al estilo medieval, pero con armas dotadas de tecnología de
última generación, entregadas por el imperialismo norteamericano y
sus aliados europeos.
Ante el avance
del ejército del EIL, entre asustados y asombrados, Estados Unidos y
sus aliados de la UE, con bombardeos indiscriminados de por medio,
pretenden destruir a su propia creación, pues demasiado tarde
entendieron que dieron origen a un monstruo difícil de matar. Hay
analistas y especialistas en Medio Oriente que afirman que ni en
treinta años podrán derrotar a ISIS-EIL y que más bien podría
convertirse en el II Vietnam para el imperio y sus secuaces.
El Estado
Islámico de Irak (EIL) se convirtió en Estado Islámico en Iraq y
el Levante (ISIS, por sus siglas en inglés) cuando, con apoyo y
patrocinio de Estados Unidos y sus cómplices europeos inició y
extendió sus acciones terroristas en Siria, para derrocar al
Presidente Bashar Al-Asad. Los muertos sirios se cuentan por millares
como obra de esos terroristas fanáticos, dogmáticos y en extremo
fundamentalistas.
El objetivo
inmediato de esos terroristas que cuentan ahora con un ejército
superior a los 18.000 soldados con refuerzos provenientes del Reino
Unido, Francia y de otros países de Europa y Estados Unidos, es la
autoproclamación del califato mundial que pide que se le llame
Estado Islámico y se le reconozca a nivel internacional.
Edward
Snowden, el ex empleado de la NSA, ha revelado que los servicios de
inteligencia de EE.UU., Reino Unido e Israel trabajaron juntos para
crear el Estado Islámico (el antiguo Estado Islámico de Irak y el
Levante, EIIL). No olvidemos que el EI es una escisión de Al Qaeda,
iniciada en Irak, es un movimiento suní de inspiración salafista
(el ala más conservadora del islamismo que promueve la yihad) y Al
Qaeda fue creada por la inteligencia norteamericana y otras fuerzas
imperialistas para sacar a los soviéticos de Afganistán (1978-1991).
Snowden dijo
que la inteligencia estadounidense, británica y los servicios
secretos israelíes, conocidos como Mossad, crearon una organización
terrorista capaz de atraer a todos los extremistas del mundo a un
sitio, usando una estrategia llamada 'el nido del avispón',
informa Gulf Daily News.
Documentos de la NSA, dice la información, se
refieren a la reciente implementación del 'nido del avispón' para
proteger a la entidad sionista mediante la creación de eslóganes
religiosos e islámicos. De acuerdo con documentos publicados por
Snowden, "la única solución para la protección del Estado
judío es crear un enemigo cerca de sus fronteras". Las
filtraciones revelaron que Abu Bakr Al Baghdadi, el líder del Estado
Islámico, tuvo entrenamiento militar intensivo durante un año
entero en manos del Mossad, además de cursos de teología y
oratoria.
Hay analistas que
critican ácidamente a Estados Unidos al afirmar que no podrán
derrotar al Estado Islámico si hasta ahora no han sido capaces de
vencer a Al Qaeda que es otra criatura creada por el imperio y su
CIA. El Estado Islámico es una criatura más monstruosa y más
radical y se preguntan: ¿Se trata acaso de preservar la unidad de
Iraq? Ignacio Ramonet en un análisis efectuado en Le Monde
diplomatique y luego difundido por Cubadebate sostenía: Pero
entonces, ¿por qué empezar la ofensiva actual armando masivamente a
los peshmergas kurdos que anuncian públicamente su intención de
separarse y de proclamar la independencia del Kurdistán iraquí? O
quizás se trate, como se pretendió en 2003, de establecer una
democracia auténtica en Iraq. Pero entonces, ¿por qué se toleró,
hasta hace muy poco, que Nuri Al Maliki, primer ministro iraquí de
2008 a 2014, condujese una política escandalosamente discriminatoria
a favor de los chiíes y contra los suníes, empujando a estos a los
brazos del EI?
Por otra parte,
sostienen: “la gran coalición constituida en torno a Estados
Unidos para atacar al EI y que supera los cuarenta países, aparece
como demasiado heterogénea y hasta contradictoria. Uno de sus
pilares, por ejemplo, Arabia Saudí es una de las peores dictaduras
del mundo, con miles de presos políticos en sus mazmorras, con pena
de muerte para los homosexuales, discriminaciones aberrantes contra
las mujeres, con una concepción del Islam (el wahabismo) de lo más
retrógrada e integrista que existe, y sobre todo un país que ha
financiado durante años al Estado Islámico antes de descubrir, como
el Dr. Frankenstein, que su engendro se le había ido de las manos. O
Qatar, otra aterradora dictadura, que financia a los Hermanos
Musulmanes por todo el mundo islámico. ¿No hay una incompatibilidad
en querer hacer la guerra a los terroristas del EI, usando métodos
terroristas y aliándose con países que financian abiertamente a
otros terroristas árabes?"
*